La infodemia es el consumo de información falsa. El consumo de este contenido se incrementó el 2020 por la crisis por Coronavirus.
Se fue un año complicado que nos deja varias lecciones para crecer como sociedad. Además de la pandemia por Coronavirus, en el mundo enfrentamos otro desafío de escala viral, pero digital: la sobreabundancia de información sobre Covid-19, cuarentenas, curas milagrosas y vacunas. Nos enfrentamos a lo que los expertos digitales llaman infodemia.
Además de haber vivido la primera pandemia que afectó prácticamente a todo el planeta, fue también la primera pandemia de esta escala en la era de Internet y redes sociales en su máximo apogeo.
Nos comunicamos y nos informamos a través de nuestros teléfonos móviles y ordenadores, a través de redes sociales y sus servicios de mensajería. Las redes, en general, terminan siendo la plataforma de noticias falsas y contenido manipulado, en sobreabundancia.
El alcance de las redes en el mundo
La magnitud y el alcance de las redes sociales hoy y la facilidad para acceder a datos, falsos o chequeados, fueron parte clave de esta pandemia. Para tener una idea sobre el alcance de las redes sólo basta con asomarse un poco a los datos, que reflejan que miles de millones de personas usan hoy estos medios. Según Statista.com, este es el ranking de usuarios de redes expresados en millones:
Según el ranking de tendencias elaborado anualmente por Google, la palabra Coronavirus lideró las búsquedas de temas y noticias a escala global en 2020. También aparecen en este ranking la actualización sobre el estado del mundo por la pandemia y los síntomas de la enfermedad.
Advertencia por efecto en la salud por la infodemia
Esta situación llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a preocuparse por la infodemia y a emitir recomendaciones para mitigar su impacto. Además, se llevaron acciones conjuntas por todos los organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Cruz Roja para concientizar sobre esta otra pandemia.
Así, la OMS definió a la infodemia como: “Una sobreabundancia de información que incluye los intentos deliberados por difundir información errónea para socavar la respuesta de la salud pública y promover otros intereses determinados de grupos o personas”.
Desde la ONU y sus organismos destacan que la información falsa puede perjudicar la salud física y mental de las personas. Además, pueden llevar a conductas colectivas que comprometan la salud pública para frenar el avance de la pandemia.
Por otro lado, el consumo de información falsa o tendenciosa puede llevar a exacerbar estigmatizaciones y prejuicios. El gran problema es que esto afecta derechos de minorías y pone en tela de juicio valores democráticos.
Uno de los grandes temores de la OMS es que puedan fracasar en este 2021 las campañas de vacunación, ya que podría haber bajas tasas de implementación, aún contando con vacunas debidamente probadas.
La pandemia representa también un problema de salud mental por el estado de ansiedad e incertidumbre que genera. La OMS llamó a los Estados miembros de la ONU a que tomen medidas adecuadas para frenar la infodemia y ofrecer canales con información precisa basada en datos científicos y probatorios.
El pedido no fue sólo para los Estados, sino también para medios de comunicación y plataformas de redes sociales. La idea es que todos implementen sistemas de chequeo y publicación de información confiable.
Infodemia y riesgos para la vida
La propagación de noticias falsas puede en algunos casos hasta atentar contra la vida. Al inicio de la pandemia cientos de personas murieron en Irán por consumir metanol ante un rumor propagado por redes sociales que indicaba que esta sustancia química mataba el virus en el cuerpo.
Hasta el saliente presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llegó a decir en medio de la pandemia que se considerara inyectar a los pacientes con Covid-19 con desinfectante. Idea que se ganó el repudio de la comunidad científica y sanitaria a nivel global.
Entre las grandes informaciones falsas que circularon, estas son algunas de las más populares y que podrían acarrear los impactos negativos de la infodemia que plantea la OMS:
1. Las vacunas matan y propagaron el Coronavirus
Esta información circuló en un importante volumen por redes sociales destacando que la aplicación de las vacunas tiene una tasa elevada de muerte. Sin embargo, las pruebas realizadas en las vacunas detectaron que el 1% de las personas sometidas a los test presentaron efectos secundarios, como malestar general e inflamación de ganglios.
Otra noticia falsa que circuló por Internet, viralizada por grupos antivacunas, fue que la vacuna de la gripe propagó la enfermedad en el planeta. El virus sars-cov-2 no tiene nada que ver con la gripe, y la gripe tampoco aumenta las probabilidades de contraer Coronavirus.
2. La alimentación inmuniza contra el coronavirus
Entre los miles de millones de mensajes y artículos escritos ha circulado que la inmunidad ante el virus es ingerir café, agua o alimentos con vitamina C, entre otros. A un año de iniciada la pandemia, la comunidad científica mundial no ha encontrado evidencia alguna de que un alimento nos proteja del Coronavirus.
3. Las mascarillas no protegen del virus
Muchas personas y grupos han difundido que llevar mascarillas es perjudicial para la salud. Las acciones llevadas adelante este 2020 para frenar la pandemia han demostrado la efectividad del uso de mascarillas o tapabocas para frenar la propagación del virus o contraer la enfermedad con una sintomatología leve.
Infórmate en sitios confiables
Ningún mensaje o cadena de Whatsapp de una tía, tus padres o amigos puede reemplazar la información verificada con datos científicos.
Si tienes dudas sobre el Coronavirus deberías informarte buscando tus dudas en los sitios de los entes gubernamentales de tu país o de páginas de Internet que sepas que hacen un manejo profesional y responsable de la información.