¿No sería un sueño poder mantener el sabor de nuestros postres y al mismo tiempo no sentir culpa por la tentación? Bueno, acá te traemos la receta de un postre delicioso, simple y muy fresco. Puedes ir abriendo la nevera.
Bien sabemos que, sobre todo en verano, no nos nacen las ganas de atosigarnos con comidas muy elaboradas. Para cuando nos baja el antojo de algo dulce, sin dudarlo, elegimos un buen helado. ¿Y si esta vez elegimos algo mucho más delicioso?
El cheesecake ha sufrido tantas modificaciones y variantes como pueda uno concebir: con jalea de frutos rojos, con capas de chocolate, o nutella. Pero hoy queremos revelarte un secreto fundamental para la vida: si verdaderamente estás deseando ese dulce, ese chocolate gigante, consiéntete un poco y cómelo. Mantener el espíritu contento es tan importante como mantener el cuerpo saludable.
¿No sería un sueño poder mantener el sabor de nuestros postres y al mismo tiempo no sentir culpa por la tentación? Bueno, acá te traemos la receta de un postre delicioso, simple y muy fresco. ¿Abriste tu heladera?
Con duraznos y yogur griego: tu propio cheesecake
En lugar de queso untable, o el clásico mascarpone, podrías usar yogur griego en tu receta de cheesecake. Este aliado infalible, cuya virtud es mantener o hacernos perder peso, tiene más proteínas que el yogur blanco, aunque tiene más calorías también.
Es por ello que se lo suele usar para comidas más completas con cereales, frutos secos, dátiles, paltas. En este caso, un cheesecake.
Vas a necesitar:
- 250g de galletas Digestive,
- 100g de manteca,
- 500g de yogur griego,
- 400ml de nata ligera para postres,
- 10g de cola de pescado,
- 4 cucharadas de leche parcialmente descremada
- 3 duraznos.
El primer paso es triturar las galletas y licuarlas. Luego, en un bol, remueve con manteca derretida. Cuando consigas una mezcla homogénea, pásala a un molde desmontable con papel antiadherente. Queda en ti elegir el grosor y el diámetro de tu cheescake. Deja reposar en la nevera por media hora.
Mientras tanto, vayamos preparando la crema. Batir en un bol el yogur griego, el azúcar y la nata. Los duraznos se pueden cortar y sumándoselos a la crema. Haga combinar la leche enfriada con la cola de pescado. Por último, vierta la crema sobre la base, deje en la heladera por 6 horas –por lo menos- y luego, a disfrutar.