Si tienes unos jeans viejos o que ya no te quedan bien, no te apures a deshacerte de ellos, sólo vas a necesitar una ramita para darles un propósito.
Todos tenemos ese rincón desordenado, oscuro y confuso en el armario que crece con ropa vieja, jeans que quedan ahí por siempre y vestidos de un gusto muy raro. Quizá es una parte en la que guardamos regalos que no fueron deseados o conjuntos que ya no nos quedan o ya no nos gustan. Al mismo tiempo, deshacerse de esas prendas puede ser difícil.
Uno guarda la esperanza de que, quizá, algún día, volvamos a vestir ese par de jeans desgastados en una ocasión especial. El tema es que pasan los años y ese rincón del armario sin que esa esperanza se cumpla. Sería prudente escuchar a nuestro armario que ya pide clemencia a gritos. Sin embargo, como tirar no es una solución que aceptemos, hay mucho que podemos hacer con nuestros jeans.
En nombre de la ecología podemos reutilizarlos de un modo muy creativo. Con tela denim y unas ramitas podrás conseguir una combinación súper original.
Jeans y una rama del lago
Sabemos que esa combinación de rama y jeans es confusa, pero pronto todo tendrá sentido. Lo primero que debes hacer, es dar un paseo al aire libre. Elige mañana o tarde y aprovecha para respirar y recoger algunas ramas que te sirvan para construir un colgador casero.
Puedes impresionar a tus invitados al mismo tiempo que te deleitas con tener un elemento original que nadie más tiene. No siempre hay que salir de compras y adquirir el mismo producto que está presente en todas las casas.
Pero antes de arrancar, toma nota de lo que vas a necesitar:
- algunos jeans viejos
- cuentas de madera con algunos agujeros grandes
- hilo de lana
- alambre, cordel
- la rama que has conseguido
Ahora que tienes todo el material corta unas tiras de jean de 15x4cm. Dóblalos por la mitad y corta en forma de pluma dejando hacia abajo el tallo. Hecha la pluma, ábrela y demuestra tu creatividad haciendo algunos cortes a los costados. Donde y como más te guste. Pega el hilo de lana con cola caliente en el extremo final de la pluma. Luego, con el alambre, haz el gancho y únelo a la lana. Introduce el alambre por el agujero de una perla para que la pluma quede bien escondida.
Ahora puedes hacer otra pluma cortando los lados para deshilacharla. Te recomendamos fijar siempre, para cada pluma, la lana y la perla. Cuando ya no te queden plumas, únelas a la rama del paso y el perchero ya está listo para fijarse a la pared con la cuerda fuerte.