(Foto: vinomanos.com)
En Argentina, diversos sectores presionan por una ley de etiquetado que advierta a los consumidores del exceso de azúcares, grasas y calorías. Pero es una pulseada que aún no se define.
En Argentina, solo el 13% de las personas lee y entiende las etiquetas de los productos alimentarios. O, lo que es lo mismo, el 87% de la población no sabe qué está consumiendo. Es lo que advierten desde la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales y la organización Consciente Colectivo.
Estas dos entidades forman parte de una gran campaña para que se apruebe con urgencia la ley de etiquetado frontal en los alimentos y bebidas. Y es que es necesario advertir a los consumidores sobre el exceso de grasas, azúcares, sodio o calorías en lo que van a ingerir. Pero la ley lleva más de cuatro años debatiéndose en el Congreso de la Nación.
Distintas organizaciones de defensa al consumidor y de la salud presionan para que la ley se apruebe. Mientras señalan que la industria alimenticia sería la que está poniendo trabas para su aprobación.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que el consumo excesivo de azúcares, grasas, y sodio es un problema de salud pública. Argentina tiene una de las cifras mas altas de sobrepeso y obesidad de la región, ya que afecta a 4 de cada 10 niños y a 7 de cada 10 personas.
Por lo tanto, la iniciativa es apoyada por sectores de la salud y nutricionistas que denuncian que las etiquetas de los alimentos no advierten sobre el contenido de los alimentos.
La OPS apoya al etiquetado frontal como un modo de dar información clara mediante sellos octagonales con fondo negro y letras blancas que indiquen “exceso de…”. De esta manera, se le da a los consumidores información directa que hoy no son mostradas claramente en los productos.
Estos sellos se consideran el sistema de etiquetado más eficaz para propósitos sanitarios, con el fin de prevenir la obesidad y otras enfermedades no transmisibles. En países como Chile, México, Perú y Uruguay ya están funcionando, y en otros tantos están en discusión.
El impulso de la ley de etiquetado frontal de alimento y bebidas requirió de muchos esfuerzos y estudios que permitieron que pase la primera instancia de aprobación. Pero, lamentablemente, aún continúa retenida en el Congreso.
Desde los sectores interesados en que la ley se apruebe con urgencia, denuncian un lobby empresarial que estaría presionando para evitar que la ley salga.
Mientras tanto, la presión de distintas organizaciones continúa. Así lo demuestra el alcance que tuvo la más reciente campaña, donde participan distintas personalidades argentinas.
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