Litro de Luz llevó iluminación a más de 350 mil familias energéticamente pobres en el planeta. Utiliza energías renovables y botellas plásticas recicladas.
Agua, un poco de cloro y una botella plástica. Esa fue la receta inicial con la que la fundación My Shelter comenzó a iluminar hogares donde la energía eléctrica no llegaba en Filipinas.
El proyecto se inició a principios de la década pasada. Esta fundación comenzó a utilizar botellas y agua para concentrar y desplegar la luz del sol hacia dentro de los hogares. El sistema fue bautizado por su creador como Litro de Luz, es de uso libre y ha crecido tanto que se ha transformado en un movimiento.
La idea inicial era muy simple: llenar una botella transparente de dos litros con agua y un poco de lejía (para que no crezcan algas dentro). Esa misma botella se colocaba en los techos de chapa de viviendas precarias (mitad adentro y mitad afuera) y la luz del sol penetraba al hogar.
Cada una de estas botellas en el techo equivalía a un foco de luz de entre 40 y 60 watts, dependiendo de la luz del sol. El único limitante que tenía este sistema era que podía proveer de luz a los ambientes internos de una casa solo durante el día.
Con el tiempo, esta idea inicial fue mutando y los sistemas de Litro de Luz fueron ganando complejidad. A esa botella de luz se le agregó un pequeño bulbo de led que durante el día carga energía en una pequeña batería a través de un panel solar que se enrosca en en el pico.
Con esta idea, la organización logró abastecer de iluminación a millones de familias necesitadas alrededor del mundo. Con la incorporación de los paneles solares, se diseñaron también sistemas hogareños más complejos y hasta redes de alumbrado público.
Litro de Luz fue ganando popularidad con el paso del tiempo y está presente en 15 países del planeta. Según datos de la propia organización, ya se han iluminado más de 350 mil hogares.
Debido a que los sistemas de iluminación que provee este movimiento se han complejizado, también han cambiado sus objetivos. La meta no es solo llevar luz a hogares energéticamente pobres, sino también crear comunidad.
Eso lo logran los diferentes voluntarios involucrados, brindando capacitaciones sobre la instalación y mantenimiento de las luminarias, sus respectivos circuitos, leds y paneles solares.
Pese al avance tecnológico del sistema, el símbolo y la materia prima del movimiento sigue siendo el mismo: la botella de bebida de dos litros. Así, es posible proveer de energías verdes y seguras a comunidades a través de la reutilización de residuos.
Litro de Luz ha diseñado varias luminarias. Estas son las que actualmente se están utilizando en los países en los que está presente el movimiento:
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