Una solución para utilizar el plástico que se acumula en los basurales está alimentando una increíble industria. ¿Qué es la madera plástica?
Es difícil no entusiasmarse cuando recibimos noticias sobre descubrimientos de materiales ecológicos con los que reemplazar artículos descartables, papel para envoltorios que se fabrican con elementos biodegradables e incluso la utilización de fibras vegetales que son desechadas de otras industrias.
Si no resolvemos globalmente el problema de la acumulación de plásticos, en 2050 tendremos en el mar más basura plástica que peces, según pronósticos realizados por la Unión Europea. No olvidemos que su degradación llevaría cientos de años y que su ritmo de consumo no se detiene.
Pero no todo es pesimismo. En distintos países del mundo han surgido proyectos para tratar plásticos reciclados y aplicarlos a una gran variedad de usos. Estas iniciativas sostenibles presentan un crecimiento tan prometedor que ya van camino a convertirse en verdaderas industrias.
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¿Cómo se hace la madera plástica?
A grandes rasgos, la madera plástica se obtiene por un procedimiento de descomposición de grandes toneladas de plástico, que se trituran para fusionarlos a altas temperaturas con diversos materiales, logrando una increíble y resistente textura. Actualmente existen diversas formas de fabricación de la madera plástica.
La variedad de productos que se obtienen en base a este material ecológico ya se está empleando en la fabricación de materiales de construcción como paneles, bloques o ladrillos, láminas e incluso tablones con una textura muy similar a lo que hoy conocemos como madera.
Existen distintos tipos de plásticos, que se clasifican por su dureza, para fabricar el componente ecológico que reemplazará en un futuro a la madera. Se utilizan los residuos plásticos PET, HDPE (High Density Polyethylene) o su traducción al español PEAD (polietileno de alta densidad) especialmente de botellas y envases de alta densidad.
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Todo el plástico triturado se mezcla con compuestos orgánicos, en algunos casos como desechos de aserraderos, fibras naturales como jute o henequén, café, plátano, coco; dependiendo de la riqueza natural que ofrecen los componentes orgánicos de cada lugar.
Las placas, bloques y otros productos que son resultado de este proceso de fabricación se obtienen con moldes industriales por inyección o compresión de los materiales, sin embargo estos métodos son tan diversos como las iniciativas que están surgiendo en todo el mundo.
Fabricación de madera plástica en distintos puntos del planeta
Con sello local e importancia planetaria, existen distintos proyectos de fabricación de madera plástica que crecen a ritmo imparable y con tecnologías que contribuirán a un modo de vida sostenible. América Latina lidera este listado de acciones ecológicas.
Colombia
La Facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial de la Universidad Pontificia Bolivariana y el Grupo de Investigación en Nuevos Materiales (GINUMA), dirigen un proyecto para producir madera plástica a partir de material reciclado, convirtiéndolo en materias primas que alimentan una cadena de suministros empleados en la industria de la construcción.
El grupo de investigación observó cómo se comportaba el nuevo material ecológico obtenido del procesamiento de basura plástica en condiciones de intemperie, analizaron su resistencia y su comprensión, posteriormente impulsaron la producción de estacones para zonas rurales, casas prefabricadas, tapas de alcantarillas, estibas para almacenamiento industrial y elementos inmobiliarios.
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Ecuador
Ecuambiente es una empresa consultora de gestión ambiental que desde 2013 produce este material en el Centro Integral de Ingeniería Ecológica, en la provincia de Orellana; sumando su proyecto para darle una segunda vida a los plásticos y evitar la tala de casi 1000 árboles al procesar 65 toneladas de desechos.
Las planchas de diverso espesor obtenidas en su fabricación incluyen el agregado de aserrín y tienen una apariencia estética sumamente agradables, parecidas a las placas de granito, y son empleadas en diversos usos arquitectónicos, pero también se aprovecha en casetas para refugio de perros, macetas para huertos urbanos y mobiliario de interiores.
Argentina
Tres emprendedores de Junín, provincia de Mendoza, diseñaron un proyecto para la elaboración de postes en base a plástico reciclado que serán utilizados en los viñedos mendocinos sin uso de agua, una particularidad sumamente importante teniendo en cuenta la crisis hídrica que atraviesa la región.
Sólo en Mendoza hay 165 mil hectáreas de viñedos que demandan por cada hectárea de siembra entre 600 y 900 postes de madera, lo que significa la tala de un total de 300 árboles con un alto costo ambiental.
A raíz de su enorme contribución al cuidado del medio ambiente, los autores del emprendimiento Leonardo Cano, Pío de Amoriza y Carlos Arce recibieron el reconocimiento de los premios Mentes Transformadoras 2018, organizados por la Ciudad de Buenos Aires.
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Todos estos proyectos de trabajo son el resultado de la inteligencia humana y el trabajo comunitario al servicio de un mundo mejor. Si seguimos por este camino podremos ahorrarle al planeta cientos de años de trabajo para degradar nuestros plásticos, y dejar un poco en paz a los bosques para que la vida brote con más fuerza.
