Existe un lugar específico para conservar los huevos, pero la mayoría de la gente no lo sabe y termina cometiendo muchos errores. ¿Estás seguro de que los huevos van exactamente donde los colocas?
Lo más usual al volver del supermercado es colocar los huevos que compramos en el refrigerador. Pero esta no es la manera correcta de almacenarlos. De hecho, es algo bastante erróneo. A continuación te mostramos cómo debes hacerlo.
Almacenar correctamente los huevos es un tema de mucha importancia para la mayoría de nosotros pues se trata de un alimento que no puede faltar. Si bien en los supermercados no se conservan en frío, hay muchos fabricantes que sugieren guardarlos en el refrigerador. Otros dicen lo contrario. Pero, ¿quién está en lo cierto?
El mejor lugar para conservar los huevos es éste. No lo podrás creer
Algo a tener en cuenta es que los supermercados no conservan los huevos en el refrigerador, pues su cáscara basta para evitar que éstos se echen a perder. El problema consiste, principalmente, en los cambios bruscos de temperatura que pueden provocar condensación dentro de ellos. Por eso es importante que estés atento a las recomendaciones que te daremos a continuación.
No es que esté mal colocar los huevos en el refrigerador. De hecho, se recomienda hacerlo para impedir que la condensación pueda generar alguna modificación que sea aprovechada por microorganismos dañinos para la integridad del huevo.
Lo que se debe tener presente, sin embargo, es el lugar del refrigerador donde colocamos los huevos. Jamás deben ponerse en la puerta, ya que es el sitio que más variaciones de temperatura atraviesa durante el día. Tampoco deben sacarse del envase de fábrica. Lo mejor es colocarlos tal como vienen del supermercado en la parte central o superior del refrigerador, donde la temperatura es más constante.
Hay algo más a tener en cuenta y tiene que ver con su manipulación. Según la explicación de Antonello Paparella, experta en alimentación, a Il Fatto Alimentare, no deben sacarse del refrigerador más huevos de los que efectivamente se van a emplear. Volver a colocar en el frío los que sacamos y no usamos puede generar esa condensación que mencionamos, precisamente, debido al repentino cambio de temperatura que sufren.
Estos pequeños detalles pueden salvarnos la vida, ya que las alteraciones en apariencia menos significativas en la integridad del huevo son potencialmente perjudiciales para nuestra salud.