Si no tienes tiempo para ir a la esteticista, puedes optar por esta opción rápida y añadirle un truco loco a tu rutina de belleza.
Especialmente en cuanto al bienestar psicofísico, las manos son para muchos algo similar a una tarjeta de presentación que no puede ser ignorada. No es necesario que las manos sean extrovertidas, solo bastan algunos gestos nuevos para la salud. Se trata de una técnica tan fácil, económica y ecosostenible que no podrás creer los resultados alcanzados.
Siendo varias las opciones que pueden cumplir con las expectativas que tenemos en relación a la manicura, puedes aplicar gel y reconstruirlo. Así le darás la forma y profundidad que necesites.
También puedes optar por un efecto un poco más natural como semipermanente, pero claro que se trata de una opción distinta del esmalte -y más resistente-. Esta opción es más simple, natural y rápida.
De cualquier modo, la manicura puede fallar por una razón impactante.
Un movimiento que cambia por completo tu maquillaje de manicura
Claro que preparar las manos para el ritual no es algo sencillo ni obvio, dado que nuestras uñas demandan la correcta elección de productos, como las otras partes del cuerpo. Dada nuestra perspectiva ecosostenible, te recomendamos optar por productos libres de siliconas, plásticos y parabenos.
Detallamos lo que sucede en un proceso de manicura. El primer paso es higienizar las manos. Luego se procede al corte, limado y retirar el producto antiguo, si la situación lo amerita.
Es importante recordar que si acumulas esmalte sobre esmalte, corres el riesgo de dañar tu salud. Las uñas no podrían respirar y pueden contraer onicomicosis u otras enfermedades que perjudicarán gravemente tu perfecta manicura y tu integridad.
Como ya dijimos, si cuentas con poco tiempo y debes remover tu esmalte de uñas a último momento, recuerda que para que el efecto dure más tiempo, hay que evitar que las uñas suden.
El desengrasado que lleva a cabo la esteticista es muy importante que se haga también en casa. No es necesario que te llenes de productos para este propósito, que por lo general están llenos de químicos y alcohol que son muy malos para la salud. Todo lo que necesitas es un poco de algodón embebido en vinagre blanco. Después de pasarlo, deja que seque y aplica el esmalte. Si no crees en la función desengrasante, haz el intento y asegúrate el resultado.