Más naciones se comprometen a reducir emisiones de gases contaminantes a la atmósfera para frenar el cambio climático.
Luego de los anuncios de Estados Unidos en relación a la lucha contra el cambio climático, más países desarrollados suman posturas similares. Nueva Zelanda y Estonia declararon el pasado fin de semana sus intenciones de llegar a 2050 con cero emisiones de gases contaminantes.
La Comisión Climática de Nueva Zelanda (un órgano independiente del gobierno) elevó a la primera ministra Jacinda Arden un borrador de una serie de recomendaciones para alcanzar estos objetivos. La comisión destacó que el país está lejos de cumplir sus compromisos asumidos en el Acuerdo de París.
Este borrador llega luego de, que en diciembre pasado, Arden declarara a Nueva Zelanda en emergencia climática. Los ejes principales del plan de acción contra el cambio climático están en la movilidad sustentable y en un cambio de modelo de producción.
Nueva Zelanda pretende lograr para 2035 una renovación total de todo su parque automotor. Esto implica que todos los vehículos del país sean impulsados por energía eléctrica.
Otra de las acciones que se tienen en mente es reducir la cantidad de cabezas de ganado con las que trabajan los productores del país. La producción ganadera es uno de los principales motores de la economía neozelandesa, pero también una de las principales fuentes de emisión de metano a la atmósfera.
Desde la comisión destacan que, si se definen nuevas políticas, Nueva Zelanda puede ponerse en carrera para cumplir los objetivos. Además, indicaron que estas metas pueden lograrse porque son técnicamente “alcanzables”, “económicamente asequibles” y “socialmente aceptables”.
Este borrador estará disponible al público. La lista final de acciones de Nueva Zelanda tendrá su versión final hacia mayo de 2021. Arden ya dijo que el cambio climático es la “lucha antinuclear” de su generación y está comprometida a encaminar al país hacia las cero emisiones de gases contaminantes hacia el 2050.
Estonia, país báltico que enfrentó una crisis institucional por corrupción, también promete un cambio de rumbo. Kaja Kallas, la flamante primera ministra (primera mujer en el cargo), anunció cambios que podrían transformar el modelo productivo estonio.
“Vamos a tener un cambio claro en el desarrollo de acciones relacionadas a políticas de cambio climático”, aseguró la mandataria.
Las principales promesas ambientales de Kallas están relacionadas al cambio climático. En uno de sus anuncios aseguró que desarrollará planes para frenar la producción de petróleo para 2035 y cero emisiones para 2050.
Al momento de asumir en el cargo, la mandataria aseguró que dará una discusión profunda en su gobierno para poder alcanzar estos objetivos sin perder de vista el desarrollo económico del país.
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