Sí, has leído bien, existen trucos muy efectivos para ahorrar mientras usas el aire acondicionado y queremos compartirlos contigo.
Si bien es cierto que el aire acondicionado ya está al alcance de todos, también es cierto que su uso tiene como resultado un doloroso revés en el bolsillo. A medida que las facturas aumentan nos lamentamos que dependa de nosotros el pago amargo que tiene como resultado.
Estamos de acuerdo con que el calor está insoportable; ya van varios meses de este calvario y parece que el aire nunca se va a enfriar. Parece que la única salida viable es hacer un viaje a la playa y bañarse en aguas cristalinas. Otras opciones serían ducharse a menudo o tirarse al frente del aire acondicionado –opción rápida y eficaz-.
Pero, quizás no lo sabías, existen trucos muy efectivos para disfrutar de los beneficios del aire acondicionado y al mismo tiempo ahorrar en la factura. No es nada absurdo ni extravagante; son solo unos pequeños trucos muy inteligentes que, puestos en práctica, te traerán enormes beneficios. Descubramos juntos de qué se trata.
Estos son los verdaderos trucos para ahorrar dinero con el aire acondicionado. Tener una factura coherente es posible
Con internet, no hace falta más que buscar «cómo ahorrar con el aire acondicionado» para que nos dé una cantidad exorbitante de información. Algunos datos serán correctos, otros no. Leemos sobre cada cosa que se nos dice y llegamos hasta puntos de dudosa eficacia, como la instalación de moderadores de energía. Sin embargo, tenemos muchas ganas de develarte esos datos útiles que te permitan disfrutar del delicioso aire fresco y ahorrar al mismo tiempo.
Para empezar, hay que tener en cuenta la temperatura externa. Enciende el aire durante las primeras horas de la mañana, para que cuando la casa comience a ser invadida por el calor sofocante del mediodía, hayamos garantizado que, desde las 8/9am las habitaciones permanezcan habitables durante 3/4 horas.
Es muy importante mantener los filtros limpios y el motor externo. De otro modo el aparato tendrá que hacer un esfuerzo adicional que se verá reflejado en la factura. Puedes limpiar el exterior con una mezcla de agua y vinagre, pero evita que el líquido caiga en su interior. Para limpiar los filtros, desmóntalos y remójalos en agua caliente y bicarbonato. Luego sécalos bien.
En último lugar, pero igual de importante, es costumbre que ante el calor de estos meses nos desesperemos y programemos el aire excesivamente frío: por debajo de los 20°C. Si bien la casa va a refrescarse en poco tiempo, no se compensa en función de la cantidad de electricidad utilizada y lo rápido que también se va el frescor del ambiente. Es mejor establecer la temperatura entre los 24 y 27°C para ahorrar dinero y asegurarnos que todo el ambiente se mantenga fresco durante más tiempo. No hace falta renunciar al aire acondicionado, sólo es preciso aprender algunos trucos.