¿La monogamia existe en la naturaleza o es una construcción humana?

Algunos animales pueden elegir a un mismo compañero para toda la vida. Pero la monogamia es más una excepción que una regla.

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Las aves agapornis son una de las pocas especies que están juntas toda la vida. (Foto: 1zoom.me)

Los animales pueden ser monógamos. O no. Es una característica que varía de acuerdo a cada especie. De todas maneras, el significado de monogamia en el reino animal es completamente distinto al que le damos los humanos.

En general, los animales no son monógamos ya que buscan siempre que la procreación garantice la continuidad de la especie. Pero si optan por ser monógamos no lo hacen por amor, romanticismo o mandatos sociales; tampoco por arreglos familiares. En el reino animal, la monogamia se manifiesta de otra manera.

A veces eligen a sus parejas y las mantienen por conveniencia para sobrevivir en entornos naturales adversos. Otras veces, eligen compartir la responsabilidad de criar hasta que sus pequeños crecen y se van; entonces, se separan.

Los etólogos calculan solo el 5% del reino animal es monógamo. Aunque hay especies que tienden más a la monogamia que otras. Las aves, por ejemplo, llegan a ser un 90% monógamas. En cambio, entre los mamíferos la practican solo entre el 5 y 9% de ellos.

Diferentes tipos de monogamia entre los animales

No es fácil caracterizar los tipos de monogamia entre animales, pero si es posible hacer algunas generalizaciones.

Hay casos en que los animales son monógamos por practicidad. Es lo que sucede con las aves migratorias, que recorren grandes distancias para procrear. Como los compañeros están dispersos en grandes territorios, resulta más fácil conservar la misma pareja para asegurarse el apareamiento.

Monogamia entre los pingüinos
Los pingüinos son quizás los animales más conocidos que eligen una pareja para toda la vida. (Foto: DSD – Pexels)

Existen también algunos mamíferos que se hacen monógamos para evitar el infanticidio. Este ocurre cuando un nuevo macho dominante mata a las crías del macho anterior y luego fecunda a las hembras para tener su propia descendencia. Por eso, algunas especies, como el lobo gris, evolucionaron de manera tal que cada macho elija a una misma pareja.

Lobos en Yellowstone
El lobo gris y su pareja protegen a la familia. (Foto: Jim Peaco – National Park Service)

Mas allá de la practicidad o la búsqueda de evitar la muerte de los cachorros, los científicos clasificado a las monogamias en el reino animal en dos tipos:

  • La monogamia sexual. Es la menos frecuente. Aquí, macho y hembras copulan exclusivamente entre ellos durante toda la vida. Incluso, a veces sucede que cuando uno muere, el otro también lo hace por inanición o por tristeza.
  • La monogamia social. Es el tipo más frecuente, al que se refieren en general los etólogos cuando utilizan el término. Machos y hembras se juntan para aparearse y compartir la crianza de sus crías. La elección de la pareja puede durar varias temporadas.

En el segundo caso, las crías tienen más chances de sobrevivir. La unión de la pareja sirve para compartir las tareas de la crianza. Por ejemplo, cuando uno sale a buscar comida, el otro padre se queda protegiendo a los hijos de posibles depredadores y del despiadado clima.

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