(Foto: Facebook @clubdereparadores)
Existen muchas maneras de tener un consumo responsable y una de ellas extender la vida útil de los objetos rotos. ¿Cómo? Reparándolos.
Se te rompe el móvil, un juguete de los niños, se descose una camisa o se quema algún electrodoméstico. Algo habitual de la vida cotidiana.
Cuando esto sucede, pensamos que es más cómodo desechar el objeto roto y comprar uno nuevo. A veces, incluso, es más barato. Pero para la naturaleza tiene un costo mucho más caro, ya que son residuos que tardan muchos años en degradarse.
Sumado a este problema, implica consumir más. Por lo tanto, seguir alimentando el uso de recursos naturales que, sabemos, cada vez son menos.
Entonces, ¿qué hacer? Pues como dice una frase: “En la era del consumo, reparar es un acto revolucionario”. Por tanto, reparar es una manera de ayudar a la naturaleza y al planeta.
Un ejemplo de esta necesaria revolución es el Club de Reparadores, un movimiento que se formó en Argentina con estos ideales, y que desde hace seis años promueve la reparación de objetos rotos.
La incentiva surgió con el fin de promover la reparación de objetos rotos como estrategia para el consumo responsable y la sostenibilidad. Conscientes de que se puede combatir la cultura de lo descartable y la obsolescencia programada, se acentúan los saberes de reparación que aportan las personas.
La producción ilimitada de productos de bajo costo, que muchas veces implican mano de obra barata o esclava, hace que sea más fácil desechar que reparar. Es otra de las realidades que el Club intenta combatir, porque son conscientes que el modelo actual de consumo es insostenible.
El fin de las reparaciones es generar un triple impacto:
El Club de Reparadores promueve la realización de encuentros en diversos lugares (hoy restringidos por la pandemia de covid), y brinda todas las herramientas para que, quien desee organizar un evento de reparadores en su ciudad, pueda organizarlo gracias a los materiales que ofrece el club.
La clave es armar redes, donde se juntan voluntarios y personas con distintas ocupaciones que intercambian sus saberes y herramientas.
En estos encuentros, la gente de la zona puede acercarse a que les reparen sus objetos sin costo alguno, ya que el fin es alargar la vida de los objetos y concienciar.
También realizan otro formato, donde ofrecen charlas y talleres en empresas o eventos, adaptándolos a lo que requiera el espacio. Esto trae muchos beneficios a las organizaciones en donde participan, ya que refuerzan lazos entre los participantes, a la vez que concientizan sobre la sostenibilidad.
Otra de las actividades del movimiento, es el desarrollo de la web reparar.org, que funciona como un servicio de clasificados que divide por rubros los objetos que se quieran reparar.
Allí, pueden postularse reparadores, y a la vez buscar el servicio de acuerdo al objeto que se desee reparar. Los rubros abarcan desde artículos deportivos y juguetes, hasta instrumentos musicales. Hay una gran variedad.
La publicación para el reparador es gratuita, y el costo del servicio se acuerda entre las dos partes. Están los datos de contacto, la zona y las descripciones.
¿Y si inicias este movimiento en donde vives?
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