El programa busca eliminar las redes de pesca fantasmas que ponen en peligro la vida de las ballenas y otras especies de la fauna marina.
Más de 640.000 toneladas de redes, sogas, jaulas y trampas son descartadas anualmente en la pesca comercial. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), las redes de pesca abandonadas representan el 10% de la contaminación plástica en océanos y mares.
La presencia de las llamadas redes fantasma no es solo una gran fuente de contaminación. En el mar argentino preocupa el problema de las especies marinas, como las ballenas, que quedan atrapadas en estas mallas.
Por esta causa, en Argentina se creó el Programa Net Positiva. Se trata de un proyecto de economía circular de rescate de redes de pesca para liberar a la biodiversidad y a los ecosistemas marinos de la amenaza de la contaminación plástica.
Activando el compromiso ambiental empresarial
En Argentina, se estima que cada año se compran 450 toneladas de redes nuevas y se descarta la mitad. Por eso, el programa Net Positiva tiene como objetivo recuperar 200 toneladas de las artes de pesca abandonadas en el mar, puertos, playas y depósitos.
Para poner en marcha a Net Positiva, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) trabaja en alianza con las empresas Bureo y José Moscuzza Redes. El programa también funciona en Chile y Perú de la mano de Bureo, en alianza con otras empresas e instituciones.
Bureo es una empresa de certificación B dedicada a la fabricación de artículos con plástico reciclado de los mares de Chile, Perú y Argentina. Esto permite dar un nuevo uso a la redes de pesca, evitando su descarte.
Así, a través de un proceso industrial con certificación de trazabilidad sostenible, el nylon y polietileno de alta densidad que componen las redes se transforma en pellets. Este sirve para elaborar lentes de sol, gorros, patinetas, quillas para tablas de surf y sillas.
“A la luz de las actuales crisis de salud, medio ambiente y justicia social que se superponen, reconocemos que proteger nuestro océano no se podrá lograr sin considerar las preocupaciones ambientales en equilibrio con las injusticias sociales”, expresa el equipo de Bureo en su sitio web.
La circularidad en acción por la vida marina
Las empresas vinculadas a la industria ictícola son parte fundamental del problema y de la solución e involucrarlas es clave para el éxito de Net Positiva. Así lo entiende José Moscuzza Redes, firma que también participa del proyecto.
Esta empresa es la principal productora de artes de pesca en territorio argentino y cuenta con distribución en casi todos los puertos del país. Por esta razón, la alianza con Bureo es estratégica: posibilita la recolección de redes de pesca descartadas sin cargo.
“En Argentina aún faltan normativas y alternativas para la disposición final o re utilización de las redes de pesca. En la actualidad, al terminar su vida útil son consideradas un desecho y deberían ser un recurso”, sostiene Gabriel Capello, sub gerente general de José Moscuzza Redes.
Participando de Net Positiva, la firma se suma a la práctica de Responsabilidad Extendida al Productor. “De este modo, buscamos que los insumos que producimos para la industria pesquera no tengan impactos ambientales negativos al integrarlos a un circuito de recuperación y reciclaje”, explica Capello.
El acopio de las redes se realiza en un centro de distribución de la ciudad de Mar del Plata, pero el procesamiento del plástico se hace en una planta recicladora localizada en Chile. En un futuro cercano, podría instalarse un centro de procesamiento en Argentina.
El esquema circular de Net Positiva se completo con el Instituto de Conservación de Ballenas, entidad que recibirá una parte de lo recaudado por la venta de productos de Bureo para financiar proyectos de educación y conservación marina.
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