Con el ventilador encendido, es común que la gente se enferme. Especialmente en días de mucho calor. La razón, sin embargo, no es el aire fresco.
El calor, en estos días, ha decidido que acabemos todos en el manicomio. No hay paz, sudamos solo por estar parados y la única salida que encontramos es postrarnos debajo de un aire acondicionado o frente al ventilador. La primera opción es muy costosa y tendrá un gran impacto en las facturas de fin de mes. En ese sentido, la segunda opción con clase energética A+++ es la indicada.
Pero no todo lo que brilla es oro. Sucede muy a menudo que nos despertemos con dolor en la garganta o resfriados por haber dormido toda la noche frente al ventilador. Sin embargo, no es culpa de la ráfaga de aire, que no será frío en definitiva, para refrescarnos.
La razón es mucho más obvia y simple, pero resulta ser el problema principal. Veamos los detalles.
No es culpa del aire que haga mal, te lo aseguramos
Creemos eso erróneamente, no es así. Ciertamente, pasar mucho tiempo frente al aire, estando sudoroso, puede comprometerte, pero tampoco es la respuesta. La culpa es de la suciedad.
¡Exactamente! Como casi todos los objetos, los ventiladores suelen estar polvorientos y poseer gérmenes y bacterias en sus rejillas. Cuando está encendido, el chorro de aire dispersa ese polvo directamente hacia nosotros, enfermándonos. Es por ello que debes mantener siempre limpio, así también funcionará correctamente.
Consideramos para que siempre esté limpio y a prueba de polvo que con 2 veces mensuales basta. Para ello el mejor procedimiento es calentar 2 taza de agua y cuando llegue a hervir, disolvemos 3 cucharadas de bicarbonato de sodio. Cuando se enfríe un poco coloca la solución en un pulverizador.
Con cuidado, desarma el ventilador y rocía la solución sobre las aletas, las rejillas, tanto internas como externas y luego, frota con una esponja. Para terminar, sumerge en un recipiente con una mezcla de agua y vinagre durante 2 horas. Seca todo correctamente, vuelve a armar y todo listo. Limpio y seguro.