Hay 3 hábitos particulares que debemos evitar en verano para no ponernos en grave peligro. Conócelos y protégete.
No hay nada tan esperado como las vacaciones de verano. Un lugar apacible y maravilloso, lejos de las tribulaciones de la cotidianidad, el trabajo, la escuela, los recados, es un deleite a los sentidos que solo consigue alegrarnos el alma al permitirnos satisfacer nuestros caprichos.
No cabe duda, que, ante el calor sofocante de estos meses, muchos renuncian a la playa, la sombrilla y la piel bronceada, optando por algún lugar en la montaña. Hay, sin embargo, tres errores fatales que la mayoría de nosotros comete y que pone en riesgo nuestra salud. Aunque parezcan pequeños, pueden resultar fatales.
No hagas ninguna de estas 3 cosas en verano para no correr ningún peligro
Por respeto a los demás y a la vida civil, las zambullidas, las salpicaduras, los ruidos, deben evitarse absolutamente. Si frecuentamos muchas playas de la costa, donde hay muchos vecinos paraguas, sobre todo. La playa es la excusa perfecta para no pensar y relajarse. Pero ni siquiera allí puedes perder la concentración. Evita estas tres cosas por las razones que vamos a fundamentarte a continuación.
Sí al bronceado, no a quedarse tostado. Es un deseo popular ir al mar a broncearse, pero debemos evitar tumbarnos al sol durante todo el día. Aunque todos conocemos la importancia de la protección solar, es importante que cada hora bañemos el cuerpo con agua fresca o del mar. Los vasos sanguíneos, con demasiada luz solar, se pueden dilatar. Así que no olvides este punto y disfruta de ese color marrón, con sus matices de bronce y oro que fuiste a buscar. No olvides el protector solar cada 2/3 horas.
Debes evitar las bebidas congeladas. Cuando hace mucho calor, aunque resulte paradójico, debes evitar alimentos y bebidas congeladas. Parece algo casi imposible de resignar, pero el riesgo de choque térmico es muy alto. La alta temperatura corporal y la baja temperatura de la bebida puede resultar perjudicial. No hay problema con los alimentos y las bebidas frescas, pero lo que acaba de salir del congelador, debe evitarse.
Mucho cuidado con los golpes de calor. La insolación y los golpes de calor son cosas muy diferentes. La insolación es algo que sentimos cuando estamos volviendo de la playa después de una larga jornada de exposición. El golpe de calor, en cambio, llega de golpe y aumenta repentinamente nuestra temperatura corporal. Puedes evitarlo si te mojas a menudo, especialmente la cabeza. Usa sombreros y, como ya dijimos, no te quedes demasiado tiempo al sol.