Cada vez son más las naciones dispuestas a recibir a nómades digitales. Descubre esta tendencia que conjuga trabajo y ocio gracias a Internet.
La descentralización es un concepto intrínseco a la creación de Internet. Los datos viajan y se alojan en servidores ubicados en cualquier parte del planeta y puedes acceder a ellos sin importar donde te encuentres. Este aspecto elemental de la arquitectura de la Red impacta también en nuestra vida porque define al teletrabajo, que se popularizó por la pandemia.
El trabajo remoto es trabajo descentralizado, con objetivos y responsabilidades que cumplir, pero lejos de las rutinas de la oficina. Y desde hace unos años son cada vez más las personas que optan por dejar sus hogares y mudarse a otra ciudad, al medio del campo o a una playa para seguir cumpliendo con sus obligaciones: son los nómades digitales.
Básicamente, se trata de personas que pueden trabajar a distancia, pero que eligen un estilo de vida nómade. Atrás queda la idea de «echar raíces»; cambiar de hogar con cierta frecuencia es la idea de este estilo de vida.
Trabajo sin horarios ni oficinas, pero con obligaciones
Por la pandemia de coronavirus creció el número de personas que teletrabajan, lo que lógicamente llevó a que cada vez sean más los nómades digitales en el planeta. Se considera que es un fenómeno reciente y que se encuentra en una etapa inicial.
Para muchos, significa romper con las rutinas. Por lo general los nómades digitales no trabajan en franjas horarias fijas sino que sus trabajos se centran en alcanzar objetivos en un plazo de tiempo.
El trabajo freelance o autónomo suele ser una modalidad adoptada por estos nuevos trabajadores viajantes. Pero este concepto de teletrabajadores también está iniciando un proceso de cambios de culturas organizacionales, donde se diluyen jerarquías y estructuras tradicionales.
Se considera que los nómades digitales tienen libertad geográfica (en tanto la pandemia lo permita), por lo que se deben amoldar a los idiomas y legislaciones de visado de los países que visitan.
Nómades digitales, con la puerta abierta
El mundo no es ajeno a este fenómeno y son muchas las naciones y ciudades que ofrecen facilidades y beneficios para atraer a nómades digitales. México, Bermudas, Aruba, Barbados, Antigua y Nueva Barbuda, Islandia, Portugal, República Checa, Alemania, Estonia, Georgia o Mauricio son los que encabezan esta lista.
Entre los destinos con encanto natural, Costa Rica está entre las naciones favoritas de América Latina para los nómades digitales. Luego de los confiamientos, los turistas que trabajan llegaron en masa al país.
Tal es así que esta nación está evaluando otorgar permisos de residencia por un año, la posibilidad de abrir cuentas bancarias y que el carnet de conducir del país de origen del nómada sea válido para circular.
Cuestiones básicas de supervivencia
Para poder sobrevivir de esta forma es necesario tener una buena conexión a Internet. El smartphone y el ordenador portátil son elementos claves y elementales en la vida del nómade digital.
Pero también son muy necesarias las comodidades. No solo a lo referido al hogar, sino también a los espacios donde se pasará la mayor parte del tiempo trabajando, como la accesibilidad a coworkings y a otros ámbitos que faciliten la posibilidad de conocer nuevas personas.
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