Reducir la pobreza, construir un mundo más igualitario y proteger el medioambiente son parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que el mundo acordó y canalizó a través de la Organización de las Naciones Unidas.
La meta es el año 2030. ¿Qué se busca? Que gran parte de las naciones del planeta mejoren la calidad de vida de la humanidad. ¿Cómo? A través de 17 objetivos sociales, económicos y ambientales claves para delinear un futuro sostenible.
Se trata de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se fijaron luego de varios años de negociaciones entre los estados miembros. El tiempo para alcanzarlos comenzó a correr en 2015 y son la continuidad de los Objetivos del Milenio (ODM).
Firmados en el 2000, los Objetivos del Milenio incluían reducir la pobreza extrema y las tasas de mortalidad infantil, luchar contra las epidemias y las enfermedades (sobre todo el SIDA), y fomentar la alianza mundial para el desarrollo. Para 2015, el mundo había reducido las tasas de pobreza extrema y hambre a la mitad, pero el alcance de los logros fue desigual.
Así, los ODM fueron reemplazados por la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por 193 Estados miembros de Naciones Unidas.
Con las problemáticas del siglo XXI, la ONU inició en 2012 un proceso para definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Luego de tres años de trabajo se logró definir una agenda y se crearon 17 objetivos con 169 metas.
A partir del 2015, con la inclusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se construyó un entramado de acciones interconectadas que atraviesa ejes como el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medioambiente.
El corazón de la Agenda del Desarrollo Sostenible para el 2030 es crear “un nuevo camino que mejore la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”. Estos son, en resumen, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible:
Que una persona sea pobre significa que no puede satisfacer sus necesidades básicas, como alimentación, salud, vivienda o acceso al agua potable. Según estimaciones de las Naciones Unidas, unas 783 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza con poco más de un dólar diario. Esto equivale al 10% de la población mundial.
La principal ambición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es erradicar la pobreza de la tierra. El objetivo es la pobreza cero para el año 2030.
En 2020, con el inicio y el desarrollo de la pandemia por coronavirus se dificultaron los progresos concernientes a este objetivo. Por esta crisis desatada, se espera que, en los próximos años, el 55% de la población mundial no pueda acceder a la protección social, debido a las millonarias pérdidas que afectaron sobre todo a los países en vías de desarrollo.
Desde 2015, la cantidad de personas que sufren hambre comenzó a escalar en el mundo. Hoy, Una de cada nueve personas en el mundo está subalimentada. La ONU estima que se trata de 815 millones de personas.
La gran meta del segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es llegar a tasas de hambre cero para el 2030. Este ODS aspira a lograr que toda la humanidad tenga acceso a una alimentación nutritiva y saludable.
Para 2025, la humanidad deberá haber alcanzado tasas realmente bajas en malnutrición y emaciación (adelgazamiento patológico) en los niños del planeta. Pero las perspectivas para lograr este objetivo no son buenas y se espera que para 2030 un incremento de la cantidad de personas con hambre en el mundo.
Unas 135 millones de personas padecen hambre severo en el mundo. La ONU estima que la crisis desatada por la pandemia de coronavirus podría hasta duplicar este número si no se toman las medidas necesarias.
Más de cinco millones de niños mueren por año antes de cumplir cinco años. El plan elaborado por la ONU apunta principalmente a bajar esta estadística para el año 2030. El objetivo es reducir la tasa de mortalidad neonatal hasta por lo menos los 12 años de vida.
Los niños que nacen pobres tienen el doble de riesgo de morir respecto a los niños que nacen ricos. La educación es clave, ya que los hijos de las madres que han estudiado (aunque sea en el primario) tienen también más posibilidades de sobrevida.
El tercero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible también busca poner fin a las epidemias de SIDA, malaria, tuberculosis, hepatitis y enfermedades transmisibles por el agua. Además de reducir los consumos de drogas y alcohol en la población mundial.
Para la ONU, la pandemia de coronavirus es un punto de inflexión para la preparación mundial para grandes emergencias sanitarias.
La educación, considera la ONU, es uno de los pilares de la movilidad social. Un acceso igualitario y gratuito a educación le permitiría a muchos de los niños pobres del mundo salir de condiciones de pobreza.
Para 2018 y según datos de la ONU, unos 260 millones de niños estaban fuera del sistema educativo. La crisis generada por la pandemia y la cuarentena dejaron a 1.600 millones de niños y jóvenes fuera de las aulas. Esto afectó mayormente a 369 millones de niños que en el mundo dependen de comedores escolares.
Este ODS se plantea como meta que todos los niños del mundo culminen su educación primaria y secundaria para 2030. La idea es que esta educación sea gratuita, igualitaria y de calidad.
Una meta clave para el futuro del trabajo es que, además, se logre en el mundo un acceso equitativo a la formación técnica y universitaria de calidad.
Llegar a 2030 con discriminación cero hacia las mujeres y niñas es la gran meta de este objetivo. Esto implica erradicar toda forma de violencia hacia las mujeres, eliminar el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
También, la ONU plantea que es necesario la igualdad de acceso a espacios de liderazgos políticos, económicos y públicos.
Para llegar con estos objetivos de igualdad para el 2030 desde la ONU consideran que los países deben cambiar leyes discriminatorias y contextos, ya que las mujeres aún no están debidamente representadas en la vida política.
El objetivo seis en la lista de Objetivos de Desarrollo Sostenible es simple: garantizar el acceso universal a agua potable a un precio accesible para todos.
Según datos de la ONU, en el mundo, 3 de cada 10 personas no pueden acceder a agua potable. 823 millones de personas defecan al aire libre, lo que complica los servicios de agua segura.
La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial. Se espera que este problema se agrave con el paso del tiempo, ya que 1700 millones de personas viven sobre sistemas acuíferos sobrepasados en su capacidad de reponerse.
Según la ONU, la generación y consumo de energía se vuelve cada vez más sostenible en el mundo, al tiempo que esto permite el acceso a electricidad en países o regiones donde antes esto no era posible.
Pese a esto, la producción y consumo de energía actual contribuye en un 60% a la emanación de gases de efecto invernadero y 3.000 mil millones de personas dependen del carbón, la leña o desechos de origen animal para cocinar.
La gran meta de este objetivo es lograr para el 2030 el acceso universal a servicios energéticos modernos, sostenibles y a precios razonables.
Se estima que el crecimiento económico sostenido puede derivar en la creación de empleos para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, la crisis por coronavirus generó recesión en muchos países estancando el crecimiento ya lento de muchas economías.
Particularmente, este ODS plantea para el 2030 asegurar y mantener el crecimiento económico de las naciones y lograr niveles elevados de productividad con altos estándares tecnológicos y de modernización.
Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación es el noveno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde la ONU sostienen que estos tres pilares pueden dinamizar la economía de los países y generar empleos.
Los países menos desarrollados son los que más lejos están de alcanzar esta meta de cara al 2030. La ONU advierte, además, que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en el desarrollo de este objetivo.
La accesibilidad a Internet y tecnologías de comunicaciones móviles son claves para el desarrollo de este objetivo.
Este objetivo busca que la vida en y entre las naciones sea menos desigual. Es nodular para que se puedan cumplir el resto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A través de esto se busca garantizar la igualdad de oportunidades e inclusión social, política y económica.
El crecimiento de las ciudades viene acompañado un aumento también de barrios pobres, carentes de infraestructura y servicios adecuados. Por eso, tener ciudades más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles es otra de las grandes metas planteadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para el 2030, se espera que el 30% de la humanidad habite en ciudades, por esto es fundamental hacer que las mismas sean amigables para sus vecinos.
Las ciudades son además los principales centros de emanación de gases de efecto invernadero, por lo que es muy importante convertirlas en centros sostenibles.
La producción y el consumo responsables son prácticas necesarias para garantizar la sostenibilidad del planeta y la conservación de especies y ecosistemas. Esto consiste en hacer más y mejor con menos.
La ONU estima que 1.300 millones de toneladas de alimentos se desechan por año. El consumo de energía es también ineficiente y un uso adecuado en los hogares significaría un ahorro de 120.000 millones de dólares anuales.
La gran meta es lograr para el 2030 una gestión sostenible y un uso eficiente de recursos naturales. También, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos.
Este objetivo busca adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Según la ONU, el 2019 fue el año más caliente desde que existen registros de clima. Además, la década del 2010 al 2019 fue la más calurosa registrada.
La acumulación de gases de efecto invernadero fue también récord en 2019. Esto trae como consecuencia un clima más hostil, con periodos prolongados de sequías o tormentas muy fuertes.
La meta de este ítem de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es fortalecer la capacidad de resiliencia y adaptación a desastres naturales en todos los países. También, que las naciones incorporen medidas relativas a mitigar el cambio climático.
Este objetivo impulsa la utilización sostenible de mares y océanos. Desde la ONU, se los considera sistemas vitales para la vida y el clima en la tierra bajo amenaza.
Los océanos además absorben el 30% de los gases de efecto invernadero y son la fuente de alimentación de millones de personas.
La gran meta es reducir la contaminación de los océanos provenientes de las actividades en tierra y también reducir el volumen de pesca poco sostenible que está agotando los recursos de nuestros mares.
Este objetivo tiene que ver con gestionar sosteniblemente los bosques, detener la pérdida de biodiversidad y la degradación de tierras y luchar contra la desertificación.
Tener ecosistemas sanos es clave para la vida humana. Según la ONU, el 75% de las enfermedades nuevas que afectan a la humanidad son de origen zoonótico (animal), como la actual pandemia de coronavirus.
Así, la década de 2021 a 2030 ha sido declarada como la de restauración de los ecosistemas.
En 2018, 70 millones de personas eran refugiadas de guerras o persecuciones. En 2019, la ONU registró 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas de defensores de derechos humanos, periodistas y sindicalistas.
La gran meta es reducir para el 2030 toda forma de violencia y tasas de mortalidad de todo el mundo. Además de reducir el maltrato, la trata, la explotación y tortura contra los niños.
El último ítem apunta a que los Objetivos de Desarrollo Sostenible sólo pueden alcanzarse en un contexto de cooperación mundial.
Esta cooperación se debe dar a nivel nacional, regional y local. Además, debe haber un apoyo global para que los países menos desarrollados puedan alcanzar todas estas metas.
En septiembre de 2020 se cumplieron cinco años del lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En ese mismo momento, comenzó lo que la ONU llama la “Década de acción”, una larga carrera para impulsar la concreción de estas metas en 2030.
Pero los avances que se han logrado en estos cinco años no han sido los esperados. La pobreza, el hambre, el acceso igualitario a los sistemas de salud y el avance contra la naturaleza parecen males lejos de ser erradicados.
Estos problemas se acentuaron aún más con la pandemia y todavía se desconoce cuánto hizo retroceder a la agenda para el 2030 en su concreción.
El Centro UNESCO del País Vasco (España) ha creado una animación en la que se explica, de una manera atractiva y cercana, qué es la Agenda 2030 y cuáles son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
«El audiovisual pretende dar a conocer la Agenda 2030 y los ODS en su contexto global y local, y de qué manera nos interpela, contribuyendo a crear una sociedad más informada y consciente, así como realzar los valores de la sostenibilidad, la equidad de género, la justicia, los derechos humanos y el papel que debe desempeñar una ciudadanía activa y consciente», destacan. ¡Te invitamos a verlo!
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