(Foto: Adobe Stock)
La observación de aves ayuda a reconectar con el mundo natural y desconectarse del digital. Además, da felicidad a quienes la practican.
Volver a la naturaleza para lograr equilibrio y bienestar ha sido una salida para muchas personas en tiempos de confinamiento. La necesidad de volver a reconectarse con el mundo natural, más que una idea, es un dato apoyado en varios estudios. Uno de ellos, demostró que estar en contacto con variedad de aves nos da más felicidad.
La dependencia a los celulares, las maratones de series, el uso permanente de redes sociales, es decir, la interacción constante con el mundo digital, genera un distanciamiento del mundo natural.
Paradójicamente, esa misma virtualidad lleva a que cada vez más gente sienta curiosidad por las aves. Abundan las aplicaciones para aprender a identificarlas, los clubes de avistadores suman más adeptos, y los perfiles en redes de observadores amateurs que captan imágenes de aves se llenan de likes.
La observación de aves, o birdwatching, se aleja del estereotipo de personas mayores que salen en grupo a descubrir aves con sus binoculares. Según Francisco González Táboas, uno de los miembros de la organización Aves Argentinas, cada vez hay más gente joven sumándose a clubes de avistajes.
Las limitaciones de la pandemia llevaron a las personas a estar más que nunca adentro de sus hogares y, con ello, a tener más tiempo para mirar por la ventana.
Para aquellos que viven en grandes ciudades, no es necesario alejarse mucho para descubrir la variedad de aves que están cerca. Con ir hasta algún parque vecino es suficiente. Incluso en las ciudades, las aves silvestres están presentes en muchos lugares.
Tampoco es necesario ser especialista. En efecto, con la ayuda de aplicaciones se puede aprender a identificar especies y conocer detalles de sus comportamientos y cantos.
Este pasatiempo puede ser una vía de escape para salir un poco de la cantidad de noticias malas que nos rodean. Desconectarse del mundo digital, apagar la televisión o laptop y salir a buscar aves es una puerta de entrada para reconectar con el mundo natural.
A pesar de que un pasatiempo puede ser una experiencia subjetiva, está comprobado que la observación de aves trae grandes beneficios. Así lo confirma un reciente estudio en el que participaron más de 26 mil personas de diferentes países europeos.
La investigación demostró que la diversidad de aves que las personas pueden observar en su ciudad aumenta significativamente sus niveles de felicidad. De hecho, la riqueza de especies de aves tiene un impacto en el bienestar de las personas, de magnitud similar al de los ingresos.
En tiempos de confinamiento, la búsqueda del bienestar y la felicidad toma especial relevancia, puesto que para muchas personas resulta un desafío. Así que si aún no se te ha ocurrido, puedes probar este pasatiempo para descubrir el fantástico mundo de las aves.
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