Peligro de colisión: buscan proteger a la ballena azul

Ejemplares de ballena azul pueden ser embestidos por barcos pesqueros al sur de Chile. Buscan consensos para prevenir incidentes.

La ballena azul es el mamífero más grande que habita en la tierra. Se trata de una especie animal tan única como amenazada. La caza pone juego su existencia, pero otros riesgos asechan su supervivencia, como la posibilidad de colisionar con busques pesqueros al sur de Chile.

El dato surge de un paper publicado en la revista científica Nature. La investigación explica que los ejemplares de ballena azul que se alimentan en el océano Pacífico sur, cerca de las costas de Chile, corren serio riesgo de ser embestidas.

Esta especie es única. Una ballena azul puede medir hasta 30 metros de largo y pesar cerca de 150 toneladas.

Alimento de la ballena azul y producción en la misma área

La posibilidad de que esto se concrete está basada en que el área norte de la Patagonia chilena es una de las zonas donde las ballenas encuentran alimento. Al mismo tiempo, la industria del salmón explota comercialmente esta región.

El estudio descubrió que el 83% del área que utilizan las ballenas azueles para alimentarse está dentro del área en la que operan los buques de las granjas de salmón.

Observaciones satelitales -realizadas en conjunto por los investigadores y el Servicio Nacional de Pesca y Agricultura (Sernapesca)– determinaron cuáles son las zonas en donde se pueden dar estas colisiones que podrían ser fatales para los cetáceos.

La preocupación de los científicos está basada en que son muy pocos los ejemplares de ballena azul en la zona. Se estima hay entre 200 o 700 individuos, y un incidente por colisión representa una amenaza para la conservación de esta especie.

Factores que potencian las posibles colisiones

Otro factor que hace aún más peligrosa la presencia de embarcaciones en el área es la atención de estos animales. Los investigadores explicaron que cuando se alimenta, la ballena azul pone toda su energía y atención en esa actividad. Esto las hace aún más vulnerables a las colisiones.

Y este factor de riesgo se potencia aún más durante la noche. La ballena azul se alimenta más cerca de la superficie porque su alimento (el krill) tiende a subir en condiciones de oscuridad.

Los científicos han hecho un llamado a la industria del salmón y la pesca para encontrar juntos un plan de prevención para evitar incidentes. Estos ya han ocurrido en 2009, 2014 y 2017.

También en la zona se han registrado muertes de ballenas por quedar enredadas en las redes de las granjas de salmón.