De la innumerable cantidad de tipos de yogurt que están a la venta en los supermercados hay que saber diferenciarlos para evitar confusiones. Y si bien existen algunos que facilitan la pérdida de peso, sólo hay una manera de tomarlos que puede dar resultados. A continuación veremos cuál es.
Cabe aclarar, sin embargo, que adelgazar no depende del consumo de algún alimento con efectos milagrosos, del mismo modo en que no existen alimentos que sean esencialmente malos. Lo principal es recordar que siempre depende de la manera en que los comemos, para evitar engañarnos pensando que todo es culpa de un plato en específico.
No es necesario, pues, eliminar alimentos de nuestra dieta de manera definitiva. Alimentarnos de manera saludable y equilibrada es una decisión propia que puede incluir cualquier alimento, aunque es cierto que hay algunos que son más necesarios que otros, y su proporción podría ser mayor que la de otros, por ejemplo, el yogurt.
En otra oportunidad explicamos que muchos yogures distribuidos en los supermercados no cumplen con los estándares de azúcar permitido. Es más, la mayoría superaba el contenido de azúcar de algunos snacks e incluso de la Coca-Cola. Según algunos investigadores de las Universidades de Leeds y Surrey, incluso los yogures orgánicos y libres de grasa superaban el límite de los 5 g de azúcar permitidos cada 100 g, llegando incluso a los 13,1 g.
Los únicos tipos de yogurt que satisfacían los parámetros de salubridad y eran realmente dietéticos eran el griego y el natural. Sin embargo, éstos tampoco dan resultado si no son consumidos de la forma que vamos a explicar a continuación.
Todo depende de los probióticos y las proteínas
Respecto del yogurt, es perfectamente aplicable la frase “menos es más”, puesto que no existe un mejor yogur que aquel que incluye solamente dos ingredientes: leche y enzimas. El truco de incluir en el envase la palabra “magro” no es más que un engaño que nos hace creer que se trata de algo “light”, cuando en realidad sólo se ha sustituido la grasa por azúcar u otros edulcorantes. Todo con el objetivo conservar el sabor. Pero el yogur perfecto siempre será ácido.
Lo que realmente nos ayuda a perder peso del yogurt son los probióticos, esto es, las bacterias que ayudan a mantener el equilibrio intestinal, y las proteínas, que nos brindan una sensación de saciedad imprescindible para que no estemos el resto del día tomando bocados aquí y allá, algo que, sin darnos cuenta, afecta sustancialmente nuestra dieta.
En definitiva, el mejor yogur para perder peso es el griego, ya que es el más sencillo pero el más completo en términos de probióticos y proteínas, incluso más que el yogur blanco. Gracias a su contenido calórico es un excelente aliado para complementar con cereales, frutas, frutos secos o aguacate.