Una explicación curiosa y sorprendente sobre el hecho de que las personas más estresadas son las más amables.
¿Te parece posible que una persona muy buena y amable pueda estar estresada al mismo tiempo? Parece irrisorio que una persona estresada pueda mantener un clima de bromas y chistes, pero de hecho es así. Esto es lo que defiende un reciente estudio llevado a cabo en Gran Bretaña. La investigación ha sometido a un grupo de humanos a situaciones de mucho estrés.
Estudiando en gran detalle el comportamiento y los movimientos de las manos se han determinado ciertas señales que permiten reconocer si una persona está estresada. Estas señales deben ser denunciadas para encontrar una solución con un médico especialista sin que haya soluciones alternativas. Si se reconoce alguno de los comportamientos mencionados a continuación debe ir con un médico de inmediato.
Intentemos resumir los resultados de la investigación llevada a cabo por la Universidad de Nottingham. Es una ciudad que se encuentra en el corazón de Inglaterra y es reconocida por su exitoso, y dos veces ganador de la copa de Europa (1979-1980), equipo de fútbol: el Nottingham Forest Football Club. Te presentamos todos los detalles de este estudio que vincula el estrés con la amabilidad.
Relaciones entre estrés y simpatía: resultados de la investigación
A partir del estudio británico se logró vincular el alto nivel de estrés con ciertos comportamientos. Hay diversas alarmas en nuestro cuerpo que avisan del peligro. Una persona muy estresada, por ejemplo, tenderá a tocarse la cara, morderse las uñas, jugar con el pelo o, repetidamente, tocar distintos objetos mientras interactúa en el mundo. Hay que prestar atención a estas alarmas que un individuo, aunque inconscientemente, está dando.
A partir de un grupo de personas, se llevó a cabo el experimento que pretendía simular una entrevista laboral de 3 minutos y luego un problema matemático. Prácticamente todos presentaron un gran estrés psicofísico. Con la prueba matemática se logró identificar a los sujetos más estresados ya que casi todos entraron en crisis.
El estudio demostró también la vinculación entre la simpatía y el estrés de la prueba. Mientras más simpatía era demostrada se hacía patente el intento por mostrar la vulnerabilidad. Es de ese modo que logran vincularse socialmente con otros. El estudio mostró que nos sentimos inclinados por la honestidad y por el estado anímico de quienes nos rodean.