La piña (o ananá) es una fruta deliciosa y muy importante para nuestra salud, ya que contiene antioxidantes y vitaminas, al mismo tiempo que nos hidrata en los bochornosos días de verano. Pero la piña tiene, asimismo, excelentes propiedades para el cuidado de la piel, siempre y cuando se la aproveche de forma correcta. A continuación veremos cómo hacerlo.
Dulce, fresca y energizante, la piña es una de las mejores frutas, o aún mejor dicho, es la “fruta del verano”, sin exagerar. Es tan versátil que puede comerse con platos dulces o salados, o sola como un snack. Aunque esto no es todo.
Como dijimos, la piña contiene vitaminas, antioxidantes y es una buena fuente de hidratación. Pero no es solamente un buen acompañante en los días de verano, gracias a estas propiedades, precisamente, puede formar perfectamente parte de los ingredientes de nuestro skin care cotidiano. Al mismo tiempo, contiene bromelina, una enzima más que efectiva para combatir algunas enfermedades.
Entre sus beneficios para la salud interna, la bromelina previene el asma y otro tipo de alergias transitorias gracias a su acción antiinflamatoria, la misma que, en el caso de personas que sufren de artrosis, ayuda a evitar la rigidez articular. Pero esto no agota los efectos beneficiosos de la piña.
Los efectos antoxidantes de la piña se deben a su alto contenido de vitamina C, la cual favorece la producción de colágeno y ayuda a la cicatrización de las heridas. Esto es fundamental para la salud de nuestra piel, y es por ello que la piña debería formar parte del skin care cotidiano. No obstante, es de vital importancia que se utilice de manera adecuada para no sufrir efectos indeseados.
¿Cómo usar la piña para cuidar la piel? Atención!
Es usual que la gente piense que colocar la piña en rodajas sobre el rostro o hacer una pasta para desparramar como si fuera una mascarilla es suficiente para ver los resultados. No hay nada más erróneo, principalmente, porque de esta manera la piel no puede absorber los nutrientes de la piña. Asimismo, la cantidad de bromelina no basta para producir sus efectos. Y lo peor es que podemos sufrir irritación y provocarnos una reacción alérgica si llegamos a excedernos con la cantidad de piña. Así lo han demostrado las últimas investigaciones sobre el tema.
La mejor manera de aprovechar las propiedades de la piña es bajo la forma de productos contra el acné fabricados en base a esta fruta, ya que están especialmente diseñados para el tratamiento de la piel. Al dejar de lado los agentes irritantes de la piña y conservar los antioxidantes y la bromelina, estos extractos concentrados pueden ser absorbidos por la piel sin ningún problema. Gracias a su alto contenido de bromelina, este tipo de productos son excelentes para combatir incluso problemas dermatológicos como el melasma o el exceso de sebo.