El programa Ciencia Ciudadana propone una estrategia para proteger a tortugas marinas en un momento clave para su supervivencia.
No hay carrera por la supervivencia más difícil que la de las pequeñas tortugas marinas. Apenas rompen el huevo debajo de la arena, deben evadir a sus depredadores en su trayecto hacia el mar. Y no siempre lo logran.
Muchas tortugas no sobreviven a este proceso, conocido como eclosión de huevos. Por ello, el Parque Nacional Galápagos (PNG) puso en marcha el proyecto Ciencia Ciudadana para proteger y garantizar la supervivencia de distintas especies de quelonios.
Así, en plena pandemia surgió una buena noticia: huevos de seis nidos de la especie chelonia mydas lograron eclosionar con éxito bajo el cuidado de la población insular.
Una comunidad que protege a las tortugas marinas
El proyecto está en marcha desde 2018 e involucra a jóvenes y adultos de la comunidad, que comienzan a hacer un seguimiento y control tendiente al cuidado de los lugares de anidación. Una vez detectados y demarcados, los voluntarios observan estos sitios hasta el momento de la eclosión de los huevos.
Gracias a esto, de 11 nidos de las playas cercanas a Puerto Villamil, seis lograron eclosionar con éxito.
Si bien la temporada de eclosión se da durante todo el año, se trató de la primera camada que cuenta con la supervisión del programa. Con esto se espera generar mayor conciencia entre los pobladores respecto a la protección de las tortugas marinas.
Desde la Dirección del Parque Nacional Galápagos se advirtió a la comunidad local sobre los peligros de no respetar las áreas de anidación de las pequeñas tortugas, especialmente en playas de acceso público como Playa Grande, en Isabela, o Tortuga Bay, en Santa Cruz.
La especie chelonia mydas, conocida como tortuga verde, es uno de los tantos animales en peligro de extinción que integra el catálogo de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).