Con este detergente universal lograrás ahorrar tiempo y dinero. Sólo 3 ingredientes para lograr una limpieza suprema.
Basta con ir al supermercado para percatarse de la cantidad de productos que existen –y a menudo utilizamos- en la limpieza de nuestros hogares. Desengrasantes, detergentes para paños, para pisos, para baldosas, quitamanchas; cautivantes por sus publicidades y precios de competencia que, en la realidad, no se aplican.
Los productos de origen natural ganan cada vez más adeptos, incluso en cuanto a su preparación casera. No es una opción que debas descartar en relación al tiempo, pues, en realidad, es muy sencillo de elaborar.
Apostamos a que los 3 ingredientes que constituyen este detergente universal ya los tienes en tu casa. A lo sumo en 5 minutos ya podrás elaborar el producto con su enorme poder de limpieza. Averigüemos juntos los detalles.
3 ingredientes, 1 solo producto, toda la casa impecable
La preparación es recomendable por múltiples factores. Primero, sabemos exactamente qué contiene ya que somos nosotros mismos quienes lo hemos preparado. Esto implica que se están evitando daños a la salud. Segundo, es tan barato que no hará falta adquirir tantos otros productos químicos de supermercado. Es de larga duración y los resultados están garantizados. Vas a amarlo porque limpia en profundidad. Veamos cómo prepararlo.
Ingredientes:
- 1L de agua
- 4 cucharadas de jabón de Marsella en escamas
- 1 vaso de vinagre de vino blanco
- Unas gotas de aceite esencial perfumado (opcional)
Es muy sencillo: hierve el agua en una cacerola. Ni bien aparezcan las primeras burbujas, agrega el jabón de Marsella y mezcla mientras bajas la potencia del fuego. Espera hasta conseguir una solución homogénea.
Una vez conseguido deja que se enfríe. Coloca en un pulverizador junto con el vinagre, las gotas de aceite esencial y agítalo. ¡Y ya está listo! Perfecto para tus superficies en madera. Ideal, con un poco de agua, para el suelo. Incluso, en la lavadora, añade un vaso medidor para colar con perfume, que a su vez quede blanco y desengrasado. ¡Ver para creer!
