Dentro de muy poco habrá productos que ya no podremos adquirir debido a los grandes aumentos. Será realmente la perdición para mucha gente.
Actualmente atravesamos una situación histórica muy complicada de manejar. Tanto la pandemia como el conflicto bélico en Ucrania han provocado un aumento increíble en los precios de productos y materias primas. El contexto es verdaderamente alarmante y se teme que pueda prolongarse mucho más en el tiempo.
La inflación ha llegado a todos lados, los costos se han multiplicado, el valor adquisitivo de la moneda disminuye día a día y, por supuesto, esto se percibe a la hora de llenar el carro de las compras.
Los aumentos han alcanzado también a los productos de uso habitual y esto parece recién empezar: los primeros pasos de un cambio aterrador. La economía de los hogares se derrumbará pronto si seguimos en la misma dirección.
El aumento en los precios es tal que incluso muchos productores de alimentos están trabajando sin percibir márgenes de ganancia. Todo esto es un signo de un desequilibrio que en poco tiempo provocará un rebote casi ineludible. De hecho, el costo de los productos de los supermercados podría seguir aumentando todavía más.
La disparada de precios pone a las familias entre la espada y la pared
Lamentablemente, se trata de una situación en extremo compleja y más difícil de lo que parece, pues, además de las subidas de las materias primas, también se han producido aumentos en la energía, y la electricidad ha llegado a montos casi impagables.
Con el tiempo, esto conducirá inexorablemente a que las empresas adopten medidas para palear la falta de ganancias, lo cual tendrá un impacto directo en los precios.
Obviamente, los que más sufrirán serán los bolsillos de la gente, ya que será cada vez más difícil incluso hacer las compras de siempre en el supermercado. El gasto será cada vez más alto y las familias sufrirán cada vez más la presión.
La especulación sobre las materias primas
Mucha gente piensa que los vendedores están especulando con los compradores, pero esto no es del todo cierto, aunque sí haya casos. La especulación, en realidad, se da casi exclusivamente en el ámbito de los grandes mercados, donde se negocian los precios de las materias primas.
El caso más escandaloso que podemos mencionar es el de China, que ya para enero (con mucha anterioridad a la guerra en Ucrania) había hecho adquisición de más de la mitad de las reservas mundiales de granos como el maíz, el trigo y el arroz. Ese fue el inicio de la especulación, y quiénes más la padecieron fueron los ganaderos, que tuvieron que comprar productos a precios insólitos.
Las cadenas de distribución, por su partes, han intentado por el momento contener las subas todo lo que han podido, pero por desgracia no será posible hacerlo durante mucho más tiempo.