Nieuwkoop es el primer poblado del mundo amigo de los murciélagos y adapta su luminaria urbana para proteger a estos mamíferos.
En la ciudad holandesa de Nieuwkoop, con conciencia sostenible, han comprendido la importancia que tienen los murciélagos para el ecosistema local. Y, sabiendo que estos animales son muy sensibles a la luz, tomaron la iniciativa de atenuar la iluminación artificial con luces rojas.
Esta medida se tomó, más específicamente, en el barrio de Zuidhoek. Es un vecindario de 89 casas que se encuentra en una zona delimitada por el gobierno, muy cercana a la reserva natural de Nievwkoopse Plassen, área protegida para especies exóticas que se encuentran amenazadas. Allí viven varias especies de murciélagos.
Los murciélagos juegan un papel vital para la vegetación de numerosos ecosistemas. Polinizan las plantas, dispersan semillas y se alimentan de insectos para controlar su población, respondiendo como depredadores naturales.
Un sistema pionero a medida de los murciélagos
Gracias al espíritu proteccionista que se respiraba ya en Nieuwkoop, cuando en 2017 se publicó un estudio sobre el impacto de las luces artificiales en las especies nocturnas, decidieron hacer algo al respecto.
Según pudieron establecer, la iluminación de viviendas y espacios urbanizados estaba impidiendo a los murciélagos de la zona realizar sus rondas nocturnas de alimentación y apareamiento con normalidad.
Además, supieron que las especies de murciélagos que viven en el área tienen sensibilidad a la luz artificial blanca o verde, pero no a la roja.
Así, la investigación -publicada en la revista de la Royal Society Proceedings B- inspiró a los habitantes de Nieuwkoop a diseñar faros especiales e instalar un sistema sostenible de luces LED rojas.
Para regular automáticamente los niveles de luz, el municipio instaló un software de gestión remota y sistemas de iluminación LED conectados “Interact City de Signify”. Esto posibilita el ahorro del 70% de energía y realizar ajustes de brillo a solicitud de los residentes o ante emergencias.
De esta manera, el pueblo permanece iluminado por las noches sin causar problemas a los otros vecinos, los murciélagos.
