¿Sabías que las aspirinas que tenemos en casa no sirven solamente para nuestra propia salud? El asombroso descubrimiento que se utiliza para sanar incluso plantas domésticas.
Independientemente de tu habilidad para la jardinería, si tienes plantas, no es extraño que alguna de ellas se enferme. De hecho, las plantas son algo así como niños, pues las debemos cuidar, alimentar, las vemos crecer, y a veces se enferman, lo cual es siempre una mala noticia.
Como todo ser vivo, las plantas pueden enfermarse y tener inconvenientes con su crecimiento. Frecuentemente, debido a compartir este principio vital con nosotros los humanos, mucha gente recomienda usar aspirina en ocasiones como éstas.
A partir de una serie de estudios realizados sobre los efectos de la aspirina en las plantas, se ha demostrado que esta práctica puede resultar beneficiosa. Es decir que no se trata meramente de una conjetura sino de efectos concretos y reales, aunque todavía no se sabe del todo cuáles pueden ser las contraindicaciones.
El ácido acetilsalicílico es el principio activo de la aspirina y se encuentra en estado natural en la corteza de diversos árboles.
Esta es una de las razones por las que la aspirina puede resultar en un beneficio para las plantas de interiores. Sin exagerar, se trata de una verdadera panacea para su vitalidad, aunque esto no es todo.
¿Cuáles son los beneficios de la aspirina?
Antes que nada es necesario saber que las plantas pueden producir ácido salicílico por su propia cuenta, aunque en pequeñas cantidades. Sobre todo lo hacen cuando están atravesando momentos de estrés, o están desnutridas, o enfermas, o cuando están siendo invadidas por insectos o parásitos.
Cuando secretan este ácido es como si revivieran y renovaran su energía, puesto que refuerza de manera inmediata su sistema inmunológico. Sea por la razón que fuere, si en algún momento ves que tu planta es incapaz de regenerarse a sí misma, la mezcla de agua y aspirina puede ser de gran ayuda.
No deberás esperar mucho tiempo para ver los resultados: la solución aplicada acelera el desarrollo y la germinación de la planta y crea una barrera a prueba de microbios.
Cuidado con los efectos adversos
No en todos los casos, sin embargo, el uso de la aspirina reporta beneficios a las plantas. Podría incluso resultar una práctica perjudicial si se usa la mezcla de agua y aspirina exageradamente, es decir, muchas veces al día durante un período muy largo de tiempo.
Los efectos adversos van desde manchas en las hojas hasta el deshojamiento. Pero hay otro efecto adverso que tiene que ver ya no con la planta en sí sino con el ambiente: la aspirina puede alterar el ciclo vital de los insectos que se encargan de la polinización.
Las consecuencias pueden ser realmente dañinas. Pongamos por caso las abejas que se acercan y se posan sobre las flores, inconscientes de que la planta ha sido regada con aspirina: ciertamente, podrían resultar gravemente dañadas.
Por este motivo, este tipo de prácticas debe llevarse a cabo de una manera cuidadosa y razonable. Se recomienda utilizar la aspirina durante la noche o bien temprano por las mañanas. Así, evitaremos generar más daño del que se quiere reparar, previniendo los posibles efectos secundarios.