La mitad de la población del planeta no toma medidas para reducir su huella ecológica. Los ecorresignados no se suman al consumo responsable ni tienen conciencia ecológica.
El 49% de la población mundial está “ecorresignada”. Es decir, casi la mitad de las personas que habitan el planeta manifiesta falta de compromiso y desinterés ante los problemas ambientales y los retos que a diario se plantean para la conservación del medioambiente.
¿Cómo es el perfil de un ecorresignado? Son personas individualistas que anteponen sus propias consideraciones antes de tomar partida por alguna acción ecofriendly (falta de tiempo, de recursos o de energías). Muchas de las acciones sostenibles les resultan incómodas o requieren un compromiso como consumidores que no quieren asumir.
Según un informe del periódico El País, la comunidad más grande de ecorresignados se encuentra en España. De acuerdo al profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya, Juan Carlos Gázquez-Abad, el comportamiento de este grupo coincide con influencias económicas y culturales.
Para Gázquez-Abad, el consumidor tiene muy presente lo que gasta en sus compras. Dadas las escasas iniciativas del sector privado para reducir el plástico en sus productos que llevan a encarecer el precio final, esto «hace que las motivaciones de compra este consumidor se reduzcan de manera drástica».
Los ciudadanos europeos consideran que la responsabilidad de las acciones ambientales, como en el caso del reciclado del plástico, debería recaer en la industria. A su vez, las instituciones no toman medidas frente a las problemáticas ambientales. Estos factores van configurando un consumidor ecorresignado.
En base a los resultados de la encuesta “Who cares? Who does?“ sobre la respuesta del consumidor ante la contaminación plástica, realizada por consultora Kantar Media, los profesores Neus Soler y Juan Carlos Gázquez-Abad de UOC bosquejaron cuatro tipos de consumidores, según su actitud frente a la cuestión ambiental:
Otras afirmaciones sobre el comportamiento de las personas en función de sus condiciones de vida socio económicas que se desprenden de las conclusiones del estudio de la consultora Kantar son las siguientes:
La conclusión del estudio es muy interesante: ser más o menos proteccionista con el medioambiente depende de las prioridades económicas de las personas y del nivel de su cultura ecológica. “En algunos casos, las preocupaciones individuales son demasiado importantes como para que la sociedad pueda plantearse otras causas o preocupaciones», concluye la investigadora Neus Soler.
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