El aceite de ricino, como es conocido en cosmética, es un producto milagroso. Aquí te dejamos las 3 razones principales por las cuales usarlo todos los días.
Hoy es posible salir a buscar productos para el cuidado del cuerpo, acudir a una tienda especializada y elegir entre cremas faciales, emolientes para la piel, mascarillas, champús, bálsamos re-estructurantes, etc.
También es cierto que esos productos no siempre son los mejores y su efectividad no siempre cumple con las promesas de la publicidad. Por ejemplo, todos esos productos para el cabello, en su gran mayoría, contienen formaldehído y otros derivados del petróleo. Claro que garantizan brillo y suavidad, pero a costa de recubrir las fibras con una película que arruina la estructura del dosel según pasa el tiempo.
A esta altura deberíamos tener claro que la naturaleza tiene todo lo que necesitamos para el bienestar de la piel y el cabello. El aceite de ricino, conocido así en la cosmética, es una de las sustancias más potentes e increíbles. Es por ello que queremos revelarte las 3 razones por las que usarlo.
Un producto milagroso y por qué debemos usarlo
Milagroso, sin engaños ni trucos, el aceite de ricino proviene de la naturaleza y viene a salvarnos la piel de todo tipo de problemas: quemaduras, eritemas, dermatitis, alopecia y calvicie. Es, en definitiva, una panacea. Este aceite es obtenido a partir del prensado en frío de las semillas de Ricinus Communis, logrando una consistencia densa y viscosa que puede ser mezclada con otros aceites pero no con agua.
Suele ser usado como el principal ingrediente en muchos productos de cosmética: champús, acondicionadores, cremas para la piel y para el cuerpo en general. En el ámbito de la farmacología también es utilizado contra el estreñimiento, pero, en su forma natural, te contamos cuáles son sus beneficios más profundos.
En primer lugar, sus altos valores nutricionales, omega 6 y 9, es una ayuda muy valiosa y poderosa contra la caída del cabello. Acelera el crecimiento y despierta folículos dormidos. La vitamina E y ácido ricinoleico cumple la doble función antiinflamatoria y antibacteriana.
Es por ello que funciona tan bien contra el acné, no importa que tan severo sea, combate la caspa, y es un purificador tanto de la piel como del cuero cabelludo –especialmente en casos de dermatitis o psoriasis-. Si el dolor o la comezón son muy intensos, no hace falta más que unas cuantas gotas para aliviarse en poco tiempo. Las vitaminas y minerales son un gran avance en propiedades anti-age, relajan la piel y le devuelven su apariencia firme recuperando la elasticidad.
También es una loción mágica si se tienen pestañas finas y cortas. Logra alargarlas y da la apariencia de espesor. Para el cabello tiene múltiples resultados: elimina puntas abiertas desde la primera aplicación, es eficaz contra el encrespamiento, desenreda, disciplina, modela y logra un cabello brillante y con mucho volumen. Encuentra una botella de aceite de ricino y nunca la sueltes.