Para hacer este delicioso pudding de chía solo necesitarás tres ingredientes: semillas de chía, leche vegetal y la fruta que desees.
La chía es un alimento que usaban nuestros antepasados y se ha puesto de moda ¡por suerte! Por la cantidad de propiedades beneficiosas que tienen.
Entre sus propiedades se destacan la gran cantidad de fibra, que tan bien le hace a nuestros intestinos; vitaminas, minerales y omegas, que cumplen funciones energéticas; y también antioxidantes que previenen el envejecimiento celular.
Se usa mucho en dietas, para bajar de peso, porque dan mucha saciedad; y para deportistas, porque aumentan el rendimiento y fortalecen los músculos.
En definitiva, la chía es una bomba nutricional que te llena de energía de la buena. Los expertos recomiendan consumir 3 cucharadas de chía al día.
Al ser una semilla, siempre debe ser activada. Pero la chía tiene la particularidad que, al mojarse, forma un gel por la cantidad de fibra soluble que tiene.
Por eso no se activa como las otras semillas. La receta de hoy, es una de las mejores maneras de consumirlas.
Vamos al paso a paso para este pudding de chía
Esta receta es realmente súper simple: solo tres ingredientes y en tres pasos. Para empezar, necesitarás tener semillas de chía, cualquier leche vegetal y fruta (la que desees).
Ahora, vamos al paso a paso:
- Paso 1. Coloca cualquier leche vegetal en un recipiente de vidrio (puede ser un frasco de mermelada o yogur). Opcional: le puedes agregar un saborizante, como esencia natural de vainilla o canela. Y si lo deseas, algún endulzante.
- Paso 2. Agrega tres cucharadas de chía y mezcla bien con una cuchara. Notarás como lentamente las semillas comienzan a formar el gel. Te sugerimos esperar unos 10 minutos y volver a mezclarla para asegurarte que quede bien la mezcla final y no se apelmace.
- Paso 3. Deja el frasco tapado en la nevera hasta la mañana siguiente. Unas ocho horas en frío estará más que bien. Y listo ¡ya tienes tu pudding de chía!
El resto es imaginación. Puedes agregarle frutos rojos, plátano o cualquier fruta que desees. También puedes poner granola, frutos secos o cereales.
Esta receta es ideal para las personas que suelen ser perezosas para hacer grandes desayunos. Como lo dejas enfriar la noche anterior, no tienes nada de trabajo para el día siguiente. ¡Queda delicioso y te hará comenzar el día como Popeye con las espinacas!
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