En ocasiones, es casi imposible hacer que los niños se duerman. Cada noche es un desafío, y por eso muchos padres están haciendo uso de este producto para solucionar dicho problema. Sin embargo, este método puede ser peligroso.
¡Hay que evitar a toda costa este tipo de errores al momento de hacer dormir a los niños!
Si bien es cierto que luego de una jornada agotadora en la que no hay un solo momento de tranquilidad entre el trabajo, la escuela, los juegos, la comida, etc., y que al llegar la noche lo único que se desea es que los niños se duerman rápido, esto no significa que se puedan utilizar indiscriminadamente los suplementos.
Cómo usar este suplemento con responsabilidad
Es normal encontrar en muchas farmacias una gran variedad de productos con melatonina que facilitan el sueño tanto de los más grandes como de los más pequeños. Es frecuente, asimismo, que sean los pediatras quienes los prescriban, pero su uso debe ser cuidadoso.
La melatonina es una hormona que naturalmente produce nuestro organismo, y su deficiencia tiene consecuencias concretas en la falta de sueño. Ahora bien, lo importante es que la melatonina debe tomarse en dosis realmente pequeñas en el caso de los niños, ya que de lo contrario podría tener efectos secundarios.
A partir de una investigación llevada adelante por el Center for Disease Control and Prevention de Estados Unidos, en muchos lugares se pueden conseguir suplementos de melatonina sin prescripción, incluso en supermercados. Esto puede representar un gran peligro sobre todo para los niños.
Pero ¿cómo se manifiesta este peligro? En primer lugar, porque los padres, a la vista de los buenos resultados de estos productos, podrían llegar a abusar de ellos. Asimismo, los niños de edad más avanzada tendrían al alcance los empaques y podrían tomar dosis insalubres de melatonina. En cualquiera de los dos casos una sobredosis es algo que no puede descartarse.
Pero ¿qué ocurre en estos casos? Según un estudio publicado: «En el periodo 2012-2022 se ha visto un aumento del 530% en el número anual de dosis pediátricas de melatonina, pasando a un total de 260.435 ingestas registradas. Asimismo, han aumentado las hospitalizaciones de niños, en algunos casos de gravedad, sobre todo por la ingesta involuntaria de melatonina en pacientes ≤5 años. (…) Se notificaron cinco casos que necesitaron respiración mecánica y dos muertes».
En definitiva, la melatonina no es un dulce. Por lo que vimos se necesita extrema cautela a la hora de dársela a los niños, y sólo debe hacerse uso de ella si el pediatra lo recomienda.