El corto animado Save Ralph, difundido por la Human Society Internacional, se viralizo rápidamente y ya se tradujo a cinco idiomas.
Save Ralph es un cortometraje animado de estilo documental hecho en stop-motion, que implicó un arduo trabajo de producción de muchos meses. Muestra la vida del conejo Ralph y su trabajo como “tester” para la prueba de cosméticos.
A pesar de vivir una vida desgarradora, que le ha dejado dolorosas secuelas físicas, Ralph intenta ser fuerte y tomárselo como un trabajo. El conejito hace que el espectador lo acompañe en su rutina y a su «trabajo».
Ralph trata de mantener su optimismo a pesar de las torturas a las que es expuesto, y se puede ver que su vida es tremendamente dolorosa.
¿Por qué se viralizó?
Gracias al formato del video, la Human Society Internacional (HSI) logró viralizar la campaña Save Ralph, algo sumamente difícil de lograr. Pero, ¿cómo consiguieron que un tema que suele herir la sensibilidad tenga tanta difusión?
Andy Gent, uno de los creadores, explica que la animación en stop-motion resultó ser una herramienta adecuada para mostrar algo desgarrador, sin la necesidad de mostrar toda la realidad. El equipo dedicó mucho tiempo a cada detalle, para que los espectadores puedan distinguir cosas que son muy complejas.
La fortaleza que Ralph intenta tener a lo largo de la historia, inevitablemente lleva a que empaticemos con él. Incluso cuando lo vemos después de un test donde lo dejan ciego del segundo ojo.
Una oportunidad para seguir presionando y terminar con las experimentaciones
Esta campaña no es la primera que denuncia la crueldad en la experimentación, pero probablemente es una de las pocas que tuvo tanta llegada y aceptación.
Organizaciones animalistas vienen desde hace años infiltrándose en laboratorios para denunciar las prácticas de tortura animal. Pero como las imágenes son extremadamente fuertes, la mayor parte de la gente simplemente no las quiere ver.
Por eso, la HSI logró el gran objetivo de llegar al corazón de las personas, de concienciar y aprovechar para pedir apoyo a la comunidad (animalista y no) para que se eliminen estas prácticas en la industria cosmética.
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¿Cómo puedes ayudar a frenar estas prácticas?
Lamentablemente, la experimentación con animales es legal en el 80% de los países. Es probable que muchas personas desconozcan el sufrimiento oculto detrás de los productos que compran, porque las grandes marcas no se lo dicen a sus consumidores.
Ahora que lo sabes, puedes ayudar a que esto deje de suceder. En primer lugar, firmando la petición de la HSI. Si tú también crees que los animales no deberían sufrir y morir para probar los cosméticos o sus ingredientes, haz clic aquí y firma.
En segundo lugar, puedes dejar de pagar por productos hechos con crueldad. ¿Cómo saberlo? Es simple, las marcas que no experimentan ponen en sus envases los sellos de “cruelty free”. Por otro lado, hay muchos listados chequeados en internet de marcas que experimentan y que no.
Lo ideal es que busques de acuerdo a tu país, sin duda ya hay animalistas que se han tomado el trabajo de consultar a las empresas locales si sus productos han sido testeados en animales.
De igual manera, te mostramos listados donde aparecen muchas marcas conocidas:
