Para nuestra vida futura, la clave es la sostenibilidad. Debemos utilizar inteligentemente los recursos energéticos, pues estos son limitados. Veamos juntos cómo cuidar el medio ambiente y no quedar con los bolsillos vacíos.
Con nuestro estilo de vida contemporáneo, no podemos ni plantearnos la posibilidad de vivir sin electricidad. Una vela, rememorando un pasado muy lejano, no implicaba un gasto en relación a la energía y las subsecuentes facturas, pero nuestro estilo de vida mutó drásticamente con la era digital que hace uso de esos recursos. Este uso, sin embargo, genera una carga en los usuarios que se ve reflejada en sus bolsillos cada vez menos abultados. Sin embargo, es posible vivir de un modo sustentable ecológicamente hablando y que sea a su vez, coherente con nuestra economía.
La energía verde es la principal protagonista de la sostenibilidad ecológica. En primer lugar, ten presente que si quieres optar por este tipo de energía, tienes que corroborar su certificación GSE (Energy Service Manager). ¿Qué significa esto exactamente?
Implica elegir una recarga energética proveniente de fuentes sustentables. Básicamente, la propuesta es evitar la explotación de combustibles fósiles que liberan gases a la atmósfera. Entre ellos, encontramos la radiación solar, el agua de los ríos, lagos y mares, la energía eólica, la biomasa, etc.
En paralelo con la directiva de la UE 2018/2001, decreto legislativo n.199 del 8 de noviembre de 2021, la GSE, debe incentivar las energías renovables, como subsidiaria del Ministerio de Economía. La idea es que los procedimientos de implementación y su uso eficiente sean agilizados.
Pero, nos preguntamos sobre sus beneficios y qué se requiere para poder disponer de estas energías en nuestros hogares.
Respuestas de las energías sostenibles
No es tan difícil como a veces uno piensa. El camino a seguir inicia con un paso fundamental: acepta la energía verde y el estilo de vida que implica proteger el medio ambiente. Se trata de un cambio de cosmovisión, de perspectiva, pero que puede lograrse con muy poco, atrayendo también, enormes ventajas económicas.
Lo primero es que nos daría más independencia como nación al no estar circunscriptos a la oferta de combustibles fósiles extranjera. Por lo que ya aquí podemos ver el doble impacto: en los consumidores y en el medio ambiente.
Además, la sustentabilidad ecológica avanza rápidamente y no es algo costoso de tener en casa. Sólo basta que contactes con alguna empresa que desarrollen estas tecnologías. A su vez, no trabajan con un único recurso, sino que mezclan equilibradamente los diversos recursos renovables para no terminar agotando ninguno de ellos.
Esto se trata de una elección favorable para todos y no una intervención del contador o cualquier otra relación con la explotación de recursos.
Estar informado, en este caso, es el primer paso de la sostenibilidad, tanto económica como ecológica.