La frase «cuando el producto es gratis, el producto eres tú«, se ha hecho famosa en los últimos tiempos en el mundo virtual, haciendo referencia al verdadero precio que pagamos por la navegación «gratuita» en internet.
Instagram, Facebook, Twitter, Google, Youtube, TikTok y un extendido etcétera, funcionan de manera total y aparentemente gratuita para los usuarios. Sin embargo, sí existe una valiosa moneda que damos a cambio de su utilización y que no todos tenemos presente, y es la diversidad de datos de nuestra privacidad que proporcionamos a cada una de esas empresas.
Para generar un ejemplo claro y sencillo, podemos poner a Google. Nosotros como usuarios lo consideramos principalmente un buscador, una empresa de informática o de correo electrónico, un servicio en internet, y hasta la solución que nos brinda todas las herramientas que buscamos en el mundo digital, de forma gratuita. Sin embargo, Google es en un contexto más real y preciso, una empresa publicitaria que mediante sus productos gratis nos utiliza para vender sus anuncios y así desarrollar realmente su negocio.
Asimismo, está el ejemplo aún más sencillo de Facebook, una red social ampliamente utilizada. Aquí el usuario suele proporcionar información bastante completa sobre sus características individuales y gustos. De esta manera Facebook vende estos datos de privacidad a otras empresas en el mundo que pagan por publicitar sus servicios en dicha red social.
Así como las reconocidas Facebook y Google, hay un sinfín de millones de empresas que se manejan de esta forma. Realmente el producto gratis no existe, siempre hay algo a cambio de ello, y en el caso de internet: ese algo eres tú.
Esto no es para dejar mal a las mencionadas empresas, es para que puedas entender que realmente toda compañía que ofrece un producto o servicio tiene un objetivo y lógicamente se paga un precio. Es como la televisión abierta o pública, que se mantiene mediante los anuncios que se publicitan con ellos.
Aunque a muchos quizá pueda no interesarles, hay quienes sí lo toman en cuenta. Si eres de los segundos, aquí te comentamos algunas recomendaciones hechas por Stalin Chapuel Tello, Director de RedTIC (Red de Tecnologías de la Información y el Conocimiento) sobre cómo evitar compartir tus datos de privacidad con el ciberespacio.
Todos los navegadores de paginas web (Chrome, Safari, Firefox o Edge) tienen diferentes opciones para configurar la privacidad y de esta manera proteger nuestros datos. A través de ajustes de seguridad pueden aplicarse diversos filtros para evitar que los anunciantes conozcan nuestros gustos y preferencias.
Evitar brindar nuestros datos personales y prestar especial atención a las configuraciones de privacidad disponibles en cada una de las redes sociales, puede ayudarnos no estar tan expuestos.
No aceptar las Cookies, hace que el usuario sea menos rastreable. Así el navegador no guardará registros, preferencias o historial que podrían afectar la privacidad.
Al esconder la dirección IP, es decir el número de su computadora en el mundo online, se puede también esconder de la publicidad, y lo logras utilizando servers proxy, lo que lo hace invisible en el ciberespacio.
Y… ¿Crees que comenzarás a cuidar más tu privacidad para evitar que el producto seas tú?
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