Si te persigue el cansancio, no te preocupes, mucha gente se ve afectada por lo mismo y no es nada grave. Hay varias formas de sobrevivir.
Ya sea el calor, la edad o el tiempo en el que vivimos, el cansancio es tan persistente que nuestra vida no es lo que podría ser. Pero hay maneras de contrarrestarlo.
Sin duda los niños generan envidia con su dinamismo y energía a todo momento. Los adultos, en cambio, siempre estamos cansados. La culpa puede ser del cambio de estaciones, el arduo trabajo o el reducido descanso. Pero veamos de qué depende la fatiga, realmente.
No hay una base celular del cansancio que determine el estado y desaparezca. En el día a día, lo cierto es que las energías no son suficientes y es muy común que no podamos hacer absolutamente nada.
Intentemos analizar por qué casi siempre nos sentimos cansados
En términos fisiológicos, la energía es un compuesto químico llamado ATP (trifosfato de adenosina). Está claro que la falta de energía se debe a la falta de este combustible. El proceso fisiológico que no nos hace plenamente vitales, puede ser detenido.
El trabajo de las mitocondrias se ve interferido por los hábitos que tenemos. La vida sedentaria, la agitación constante y el frenesí no nos permiten relajarnos ni cuando nos sentamos a comer o beber. Y claro, la cereza del postre es la falta de sueño para concretar una vida en extremo irregular.
Remedios con vitamina B y suplementos de magnesio son opciones a las que se puede recurrir, pero siempre prescripto por el médico. Siendo que se trata de sustancias absorbidas por el cuerpo, modifican nuestra forma de ser.
Mantener el cuerpo con energía requiere de un remedio. Esto implica también mantenerlo joven con actividad física, una dieta saludable y un buen descanso.
El método es: mente sana, cuerpo sano. El movimiento es mejor que cualquier café para combatir el cansancio dado que los músculos fomentan la secreción de dopamina, norepinefrina y serotonina, claves para el bienestar. Es por eso que después de entrenar te sientes más activo que nunca.