Proyectos de turismo comunitario como el centro Sinchi Warmi son importantes para garantizar fuentes de trabajo y la protección de los ecosistemas.
Una comunidad kichwa situada a 130 kilómetros al este de la capital de Ecuador abre sus puertas para difundir la vida de los pueblos de la Amazonía, sus saberes ancestrales y costumbres. Se trata de un proyecto de turismo comunitario y se encuentra en la provincia amazónica del Napo, a orillas del río que le da su nombre.
Sinchi warmi significa “mujer fuerte», «mujer valiente”. Y es el nombre del centro turístico impulsado por un grupo de mujeres kichwas que reivindican su cultura, gastronomía y el legado que las une con fuerte arraigo a la selva.
“Somos 100% dueños del proyecto, la comunidad asume la administración total”, explicó Betty Chimbo, presidente del proyecto de turismo comunitario Sinchi Warmi, al medio DW. Sin omitir cuán difícil fue construir los cimientos de este emprendimiento.
La gestión cultural del grupo inicial de mujeres que inició el proyecto fue clave.
Obtuvieron capacitación sobre buenas prácticas sostenibles de TuriCom, un proyecto que cuenta con financiación del Gobierno alemán y cuya misión principal es el empoderamiento de los emprendimientos de turismo comunitario.
Todo el proyecto maduró con la apertura del Centro Turístico Comunitario Sinchi Warmi. Es un complejo de cabañas con capacidad para 26 personas. Allí se pueden realizar actividades como nadar o practicar pesca artesanal en piscinas naturales.
Además, el rescate de la gastronomía tradicional es un sello de este lugar. Los visitantes pueden descubrir la refrescante wuayusa (bebida energizante y antioxidante) o relajarse con una chicha de yuca mientras se espera la llegada de los platos principales.
Las entrenadas manos de los cocineros y cocineras locales despacharán platos de pollo y de pescado como el paiche; exóticas y deliciosas ensaladas; dulces. Todo elaborado con ingredientes locales y frescos extraídos del bosque: cúrcuma, cacao blanco, yuca, quinoa y gusanos chontacuros, entre otros.
También pueden programarse recorridos para observar la elaboración de artesanías, admirar las danzas ancestrales, conocer el museo, disfrutar de la vista que ofrece su mirador o hacer senderismo en contacto con la extraordinaria flora y fauna de esta región amazónica.
En la provincia del Napo existen solo cuatro comunidades certificadas que cumplen con los requisitos básicos para ofertar servicios turísticos. Dentro de los estas se encuentra el centro Sinchi Warmi.
“Nosotras aprendimos del turismo, del turista, de valorar nuestra cultura y de los productos. Antiguamente extraíamos el cacao blanco, se asaba y comíamos con la familia. Ahora todos esos productos estamos ofreciendo al turista”, señaló Betty Chimbo.
Garantizar a estas comunidades autonomía y autogestión de sus propios recursos les dará la posibilidad de poder presionar a autoridades a la hora de mantener alejados proyectos de explotación minera, tala ilegal o desarrollo de cultivos foráneos en la Amazonía.
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