Las temperaturas promedio vaticinan un preocupante panorama asociado al calentamiento global, Canadá y Siberia son llamativos ejemplos.
Canadá se vuelve un infierno de calor y fuego, que genera un sinfín de incendios forestales. Las sorprendentes altas temperaturas registradas en el pequeño pueblo de Lytton, ubicado al suroeste de Canadá, durante los últimos días se han apoderado de este Edén volviéndolo inhabitable, llegando a marcar 49,6 ° C en sus termómetros.
La población lucha contra picos insólitos que llegan casi a los 50 grados, con posteriores incendios que llevan devastando bosques y hogares. Se lo compara a una burbuja de calor, que genera un escenario apocalíptico que será recordado por la cantidad de pérdidas provocadas por el calor.
La ola de calor se ha llevado más de 720 víctimas, un número que es tres veces mayor a la media registrada en este período.
Todos los continentes se ven afectados por las condiciones climáticas extremas
La situación que está viviendo esta zona del planeta no es única, al contrario, muchos países de todo el mundo se ven afectados, ya sea desde América hacia Oriente, como desde el norte de Europa hasta Siberia.
Los modelos climáticos explican que cuando el aire caliente que viene desde el mar hacia la tierra se encuentra con temperaturas que son cada vez más cálidas, tiende a elevarse, pero la presión atmosférica y el calor lo aplastan dentro de una zona, provocando la llamada burbuja de calor.
Se estima que la frecuencia con la que ocurre suele ser de 10.000/20.000 años. Pero vistas las condiciones actuales, esto irá sucediendo con muchísima mayor continuidad.
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Las hipótesis planteadas sobre las causas
Esta aceleración que calienta el planeta y está alterando el clima en todas las áreas geográficas del mismo, se considera de origen antropogénico, es decir, debida a las consecuencias de las actividades humanas.
Está comprobado que el calentamiento global se ve influenciado por las actividades humanas habituales, sobre todo aquellas realizadas por el sector industrial, donde se queman carbón, petróleo y se emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Otra actividad que se suma al problema es la tala indiscriminada de bosques. Los árboles son reguladores del clima ya que absorben el dióxido de carbono, es decir que si disminuyen los bosques, aumentará el volumen de CO2 en la atmósfera y por ende el efecto invernadero será aún mayor.
La descarbonización es el paso absolutamente necesario que debemos tomar, y consiste en el proceso de reducción de emisiones de carbono a la atmósfera. Debemos conseguir una economía con bajas emisiones a nivel global, y con ella lograr la neutralidad climática.
Para esto necesitamos una transición energética y ecológica, que nos haga pasar de una vida basada en los combustibles fósiles a otra sostenida por fuentes de energías limpias y renovables. Es importante replantearnos nuestros estilos de vida, fomentando un cambio cultural basado en el cuidado y respeto de nuestro único e irremplazable planeta.