El sedentarismo puede aumentar las probabilidades de enfermedades. (Foto: Adobe Stock)
Estudios advierten que el sedentarismo trae graves consecuencias a la salud. Por suerte, a pesar del confinamiento, reducirlo puede ser bastante simple.
La necesidad de quedarnos en casa que trajo la pandemia ha llevado a muchas personas a reducir la actividad física. Y, según los especialistas, el sedentarismo es un factor de riesgo para la salud. Pero aún en tiempos de covid-19, se pueden cambiar los malos hábitos fácilmente.
Para no tener una vida sedentaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que se deben hacer al menos 30 minutos de actividad física por día o 150 semanales.
Con el inicio de la pandemia y el confinamiento obligatorio surgieron muchas guías de actividades que se podían hacer en el hogar. Pero con la apertura gradual, ahora las posibilidades son mas amplias y se puede optar por hacer caminatas y ejercicio en espacios abiertos.
Madrid Salud, un organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid dedicado a gestionar políticas de salud pública, define al sedentarismo como la falta de actividad física regular, cuando ésta es menor a 30 minutos diarios.
Las estructuras y funciones de nuestro organismo deben estimularse al menos cada dos días a la semana, por eso la clave es la repetición.
Si las personas no se ejercitan, pierden la capacidad de adaptarse a cualquier actividad física, lo cual empieza un círculo vicioso. Por eso, para no ser una persona sedentaria, se debe gastar semanalmente un mínimo de dos mil calorías.
Los especialistas indican que el sedentarismo conduce a mayores riesgos de mortalidad por problemas cardiovasculares, hipertensión o diabetes. Incluso, un estudio indica que mantener una vida sedentaria tiene resultados comparables a fumar.
Mantenerse en movimiento es fundamental para tener el cuerpo y la mente sanos. La actividad física fortalece los músculos, los huesos, el equilibrio, la flexibilidad, a la vez que es buena para la salud mental porque reduce el riesgo de depresión y deterioro cognitivo, según la OMS.
Con la obligatoriedad de estar en casa, muchas personas no tuvieron más opción que hacer actividad física en el hogar. Por eso, al inicio de la cuarentena estricta los videos de ejercicios inundaron las redes.
Hoy ya es posible hacer actividad al aire libre respetando los protocolos que dan las autoridades. Así que solo es cuestión de volver al hábito o generar uno nuevo si antes no existía.
La buena noticia es que no es necesario anotarse en un gimnasio o ser un runner para no ser sedentario. Con hacer alguna actividad que nos mantenga en movimiento, como subir y bajar escaleras en vez de tomar el ascensor, hacer caminatas a un paso ligero o pasear en bicicleta es suficiente.
Lo importante es que esas actividades deben llegar a los 150 minutos semanales, lo que equivale a 20 o 30 minutos al día.
Ponernos objetivos pequeños al principio e ir superándolos, además de ayudar al cuerpo a volver al movimiento de manera gradual, ayudará a nuestra mente.
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