El trekking nos acerca al disfrute de la naturaleza y a paisajes extraordinarios. Esto es lo que debes tener en cuenta antes de comenzar tu aventura.
Caminar por un sendero en un bosque, una quebrada o camino hacia la cima de una montaña es una de las experiencias más gratificantes en la naturaleza. Es que el trekking o senderismo te lleva a lugares únicos y, a veces, hasta exclusivos.
Adentrarse en este mundo es hermoso, pero tiene sus trucos y también sus riesgos, y es mejor minimizarlos. Ocurre que en la naturaleza no hay puestos sanitarios cercanos, ni siquiera para atender algo tan simple como un golpe de calor, por eso es mejor estar preparado.
Por eso, ten en cuenta estas cinco recomendaciones antes de emprender tu aventura.
1. Entrena antes de salir a la montaña
El trekking es un deporte y requiere entrenamiento. Hay distintos niveles de dificultad, que dependen sobre todo de la morfología del terreno, la distancia a recorrer y el desnivel de la senda, pero hasta el camino más fácil requiere de un esfuerzo físico.
Si estás interesado en salir a la montaña, no pases directamente del sedentarismo a hacer una caminata con dificultad, porque no es como andar por la ciudad. Puedes entrenar caminando diariamente distancias cada vez más largas cerca de tu casa o practicando ciclismo, running o natación.
Es importante estar preparado para disfrutar de la experiencia y no llegar a la cima de una montaña con la lengua afuera y rogando que te bajen en un helicóptero. Recuerda, siempre tienes que tener resto para retornar.
Tu corazón también te lo agradecerá ya que estará acostumbrado a realizar esfuerzos por tiempos prolongados. Debes pensar que una caminata sencilla en la montaña puede durar de tres a cinco horas.
Además, un buen preparamiento físico previene lesiones. Las torceduras de tobillo son frecuentes en los caminos agrestes, que están plagados de irregularidades.
2. Protege tu cuerpo
En la naturaleza siempre vamos a estar expuestos a las condiciones climáticas y del suelo, por esto es importante contar con el equipo y la indumentaria adecuados antes de salir a caminar.
Nunca, pero nunca, hagas trekking con zapatillas urbanas o tipo running. Debes proteger tus tobillos con botas de trekking, de media caña. Con ellas será más difícil sufrir una torcedura. Además, tienen suelas y punteras lo suficientemente robustas para que no te lastimes los dedos o la planta de los pies con las piedras.
Al aire libre el sol es inclemente así que usa protector solar. No querrás volver a tu casa como un camarón o caminar con el cuerpo ardido. Utiliza los factores de protección altos y cubre tu rostro, brazos, orejas y cuello.
También es muy importante llevar anteojos y gorra. El sol y la piedra encandilan y pueden dañar tu vista.
Vístete con ropa deportiva y ligera. Existen remeras, camisas y pantalones confeccionadas con telas con protección solar, que además suelen ser de secado rápido, ideales para no sufrir frío en un descanso.
Y, finalmente, nunca te olvides del abrigo. Lleva chaqueta o cortavientos y sudadera en la mochila porque las temperaturas en la naturaleza caen hacia el atardecer. Puedes consultar las condiciones meteorológicas del lugar que vas a visitar con estas aplicaciones. Por las dudas, nunca olvides llevar linterna.
3. Agua y comida
Asegúrate de llevar por lo menos tres litros de agua para tu expedición. Si sabes que en la senda hay cursos de agua, puedes llevar menos litros y pastillas potabilizadoras para recargar tus botellas y beber un líquido seguro. También puedes llevar bebidas deportivas, que contienen sales minerales.
Como el trekking es una actividad en la que el cuerpo está en movimiento por muchas horas, es importante llevar comida para no quedarnos sin energía. Evita alimentos pesados como carnes o productos que contengan mucha grasa.
Los hidratos de carbono son energía instantánea para nuestro organismo y músculos. Lleva galletas, barras de cereales o sanguches livianos. Los azúcares también son de mucha ayuda. Nunca están demás en la mochila unos caramelos y chupetines.
4. Camina por sendas señalizadas
Si eres nuevo en este deporte no te aventures a explorar de más. Perderse en la montaña es siempre un riesgo y por esto es muy importante saber por dónde estamos caminando.
Recorre siempre sendas que estén señalizadas y que tengan tránsito frecuente de personas. Existen muchos caminos muy bien marcados, sobre todo en reservas, parques o monumentos naturales muy conocidos.
Nunca te salgas del camino, por nada del mundo. En un bosque o en la montaña todos los árboles y las piedras son parecidas, por eso es muy fácil perder referencias y desorientarse.
5. Vuelve con todo lo que llevaste
No olvides llevar entre tus cosas bolsas de residuos. En ellas pondrás todos los desperdicios que generes durante el camino, incluso papel higiénico o toallitas húmedas. Procura dejar el camino sin basura para que otras personas puedan disfrutar del mismo paisaje que tú y para cuidar el ambiente.