Te traemos la solución perfecta, sin costo, y efectiva si tus muebles se encuentran aburridos y dañados.
Tanto quienes han heredado un mueble como quienes simplemente tienen una pasión, los muebles de madera se distinguen por su elegancia dando un aire algo retro pero muy chic. Es cierto que las tendencias apuntan a construir muebles con otro material menos sensible, pero la madera es suficientemente resistente y duradera.
Luego de 100 años, los muebles de madera como las mesas, las sillas, se mantienen en pie y con todo su esplendor. Sin embargo, luego de cierto tiempo el material pierde el brillo y empieza a desvanecerse. Esto es lo que debes hacer.
Una opción sería contratar a un restaurador que va a requerir una suma de dinero acorde a los materiales y la mano de obra. Los materiales a utilizar, para no dañar las superficies, deben ser de mucha calidad y por ello resultan muy caros.
Pero no hay por qué hacer nada de esto. Nuestras abuelas mantuvieron brillante y perfecta la madera utilizando un solo ingrediente de la cocina. Sin gastar nada lograrás que tus muebles de madera parezcan recién comprados.
No vas a poder creer cómo tus muebles de madera vuelven a brillar
Solemos encontrar en el mercado un sinfín de productos que nos aseguran brillo y vitalidad para nuestros muebles, pero no siempre funcionan. Es cierto que se trata de un material muy resistente, pero el cuidado es constante si queremos que su apariencia de nuevo persista.
Hay, empero, una solución ecológica con la que no vas a gastar ni un centavo y lograrás el resultado deseado. A ver si adivinas: se trata de un ingrediente que guardas en la cocina utilizado para aliñar ensaladas, platos calientes e incluso para freír.
Así es, el aceite de semilla. Puede que te parezca inverosímil, pero es un gran aliado de la madera dañada. Se trata de una grasa natural cuyos componentes regeneran la madera logrando que las superficies de tus muebles se nutran adecuadamente y desarrollen una capa protectora de suciedad y agentes nocivos. Pero claro que no podemos simplemente colocarlo sobre la madera.
Sigue estos pasos: echamos unas gotas de aceite en el centro de un paño de lana o microfibra y frotamos toda la superficie que queremos tratar. Con movimientos lentos y constantes, no nos detenemos en ninguna zona concreta y frotamos de un lado al otro haciendo unos largos “swipes”.
Una vez que hayas terminado pásale un paño limpio y seco para retirar los residuos. Una vez que la madera haya absorbido volvemos a pasa el trapo. Ahora bien, si tienes muebles lacados, sustituye el aceite por acetona para uñas. Unas gotas serán suficientes y vas a ver el enorme resultado.