Si estás preocupado por las boletas, no quieres ni mirar el lavarropas y cada ducha está cronometrada, tenemos diez trucos especiales para ti. Aquí te enseñaremos cómo ahorrar en luz y gas.
Es sabido que en este momento la energía eléctrica se ha vuelto un tema tabú: es difícil de abordar y más difícil todavía es pagar la boleta. La crisis energética que estamos atravesando no sólo ha hecho que el costo de la energía se duplique y hasta triplique, sino que además nos ha obligado a modificar nuestros hábitos en gran medida.
Estamos hablando de cifras excesivas que después de dos años de pandemia nos han apretado incluso más el cinturón. Un acto tan sencillo como encender el horno se estudia cuidadosa y críticamente. En fin, en este último tiempo hemos optado más por las cocciones rápidas y las preparaciones frías.
Pero mientras aguardas a que las cosas cambien y no estás en condiciones o no tienes ganas de instalar un sistema fotovoltaico, que ahora es bastante sencillo (por si no lo sabías), tenemos algunos consejos que pueden ayudarte. Si estás preocupado por las boletas, no quieres ni mirar el lavarropas y cada ducha está cronometrada, tenemos diez trucos especiales para ti. Aquí te enseñaremos cómo ahorrar en luz y gas.
Las diez maneras de ahorrar
1. Utilizar electrodomésticos de bajo consumo. Esto no es ninguna novedad ya que desde hace algún tiempo muchos refrigeradores, lavarropas y lavavajillas se ordenan en virtud de clases energéticas: A, A+,A++. Mientras más alta sea la clase, menor será su consumo de energía anual.
2. Poner en funcionamiento el lavarropas y el lavavajillas con una carga completa. En vez de hacer dos o tres lavados por día, sería más eficiente encender la lavadora con una sola carga para así reducir el consumo energético a lo largo del día.
3. Desenchufar los aparatos que no se utilizan. Cuando se desenchufan los televisores o pequeños dispositivos, es posible ahorrar la energía constante que estos necesitan para su alimentación.
4. Tapar las ollas a la hora de cocinar. De esta manera, el agua hervirá mucho más rápido y, por lo tanto, terminarás gastando menos gas o electricidad si se trata de las cocinas de inducción.
5. Usar el horno para cocinar varias comidas juntas. En definitiva, el secreto está en “concentrar” su uso, así como en el caso de la lavadora y el lavavajillas.
6. Optar por las lámparas LED, las cuales consumen menos que las comunes. Es algo sabido que las LED, además de consumir menos, brindan una mejor calidad lumínica y tienen una mayor duración.
7. Apagar las luces cuando no se habiten esos ambientes. Aunque estamos hablando de un consumo ínfimo en relación al costo total de la boleta, apagar las luces cuando no son necesarias puede sumar al ahorro del consumo eléctrico.
8. Bajar la temperatura del termostato. Bajar la temperatura del termostato implica una reducción del 6% en el gasto de la calefacción.
9. Centralizar luces, termostato y electrodomésticos mediante un sistema domótico. Este sistema eléctrico ofrece la posibilidad de optimizar el consumo por medio del control remoto de los dispositivos electrónicos.
10. Usar paneles solares portátiles para cargar el ordenador y el móvil. De esta manera, especialmente ahora que estos dispositivos se convirtieron prácticamente en una extensión de nuestro cuerpo, evitar el uso de enchufes en la casa puede ayudar en el ahorro de la boleta.