No cualquier forma de comer una manzana al día nos mantiene lejos de los consultorios. Hay muchas pero no todas son las más indicadas. Veamos cómo hacerlo bien.
Lo que debe guiar nuestra manera de consumir esta fruta es la cantidad de nutrientes que absorbemos, y eso depende de si se come cruda, cocida o seca.
Si bien es cierto que comer todos los días una manzana previene algunas enfermedades, no da lo mismo hacerlo de una forma o de otra. Por ejemplo, hay personas que simplemente lavan la manzana con agua fresca y la comen cruda, o incluso la pelan por miedo a los pesticidas. Hay otras que disfrutan de esta fruta cocida, y por último, están aquellos que la comen seca. Pero, ¿cuál es la mejor opción?
El mejor método para aprovechar esta maravillosa fruta
La manzana es una fruta muy versátil. Puede comerse en el desayuno, en la merienda o simplemente como un snack saludable a cualquier hora del día. No es una fruta calórica, ya que sólo aporta 104 calorías en promedio, y además es fuente de fibra, 5 gramos aproximadamente. Al mismo tiempo, ofrece vitaminas C y E, y minerales como el cobre y el potasio. Veamos ahora cómo sacarle el mayor provecho.
Como vemos, los beneficios que aporta la manzana son bastantes, incluso tiene propiedades antioxidantes. Siempre que se trate de productos orgánicos y provenientes de lugares cercanos, se recomienda comerla con cáscara para absorber la fibra y los polifenoles que contiene, y así favorecer la salud de los intestinos y el sistema digestivo en general. Si no estamos seguros, lo mejor es quitarle la cáscara. De todos modos seguirá siendo beneficiosa para el tratamiento de enfermedades crónicas, como lo son la diabetes o la hipertensión, incluso para el cáncer.
Sola o acompañada de yogur, incluso batida con otras frutas, en el desayuno o la merienda, la manzana ayuda en el proceso de pérdida de peso gracias a su alto contenido de agua y fibra, alto que favorece el tránsito intestinal, como ya mencionamos.
Ahora bien, si se cocina, es muy buena para tratar resfriados o síntomas gripales, y también ayuda a la circulación y a combatir la constipación. Es también un buen analgésico para la cefalea. En definitiva, ¡una fuente casi inagotable de beneficios! El único problema es que puede perder algunos nutrientes en el proceso.
No así en el caso de la manzana seca, cuya única desventaja es la falta de agua. Sin embargo, servida de este modo puede suplantar perfectamente a otros snacks menos saludables, ya que sigue siendo un alimento rico y crujiente.
¡La elección, en fin, depende de ti!