Antes de ponerle ketchup a tus deliciosas papas fritas, deberías saber cómo se originó esta famosa salsa a base de tomate. Es realmente interesante y sorprendente, así que veamos de qué se trata.
Esta salsa es conocida en casi todo el mundo como el acompañante perfecto de muchas comidas. Todos conocemos sus ingredientes básicos: tomate, especias, azúcar y vinagre. Pero en sus comienzos era algo un poco diferente, sobre todo por su receta y el fin al que estaba destinada. También tenía otra consistencia. ¡Los secretos que esconde su origen son inesperados!
El tomate, la base de este aderezo, no es lo que comúnmente se cree. Muchos piensan que es una verdura, pero lo cierto es que su categoría verdadera en la botánica es otra: una fruta. Así es, principalmente, por dos características. En primer lugar, porque nace a partir de una flor, y en segundo, porque contiene semillas dentro de sí, siendo ambas cosas lo que distingue a las frutas de otro tipo de vegetales.
El tomate, por otra parte, es una fruta muy beneficiosa para el sistema cardiovascular. Esto, por la sencilla razón de que contiene un antioxidante de gran valor, el licopeno. Quizá estás pensando que su uso originario tiene que ver con esta característica, pero no es esto lo que se tenía en cuenta en aquél momento.
Si realmente quieres conocer el verdadero uso que tenía esta salsa, continúa leyendo. La verdad te sorprenderá.
La verdadera e insospechada función de la salsa de tomate
Según lo dicho más arriba, tenemos una información de vital importancia, esto es, que el ketchup tiene propiedades antioxidantes gracias a su elemento base: el tomate. Ciertamente, el organismo recibe su cuota de beneficio en virtud a este tipo de características, y en términos naturales esto tiene sus ventajas. Pero, como también señalamos, no es por esta razón que se inventó el ketchup.
Pues bien, la verdad es que lo que conocemos hoy en día como un aderezo, en sus inicios tenía una consistencia un tanto diferente, por así decirlo. En realidad, no era bajo ningún aspecto similar al ketchup, pues era… ¡una píldora medicinal!
Pero la sorpresa no termina aquí, puesto que los trastornos para los cuales esta píldora se había destinado no era tampoco algo que hoy podríamos adivinar con facilidad. Sí, efectivamente, era un medicamento, pero ¿sabes qué es lo que se quería tratar? Probablemente no es lo que piensas, ya que se utilizaba para los problemas de índole intestinal como la diarrea y la indigestión. Además, ¡se pretendía también tratar la ictericia!
En definitiva, ¡era una droga con todas las letras! Esto se remonta casi dos siglos atrás, cuando en 1835 el Dr. John Cook Bennett, que por entonces oficiaba como Presidente de la Universidad Willoughby de Ohio, pretendió hacerla funcionar como un regulador del sistema digestivo. El problema era que sus propiedades no eran precisamente las más indicadas, puesto que el efecto era todo lo contrario a lo que el Dr. Bennet pensaba: ¡era un laxante!
Si bien se cree que el descubrimiento fue realizado por un tal William Smith, médico originario de Michigan, desde hace algún tiempo se piensa que era solo un mito. Pero lo importante es esto: Ahora ya sabes cuál es la verdadera historia de la famosa salsa.